Los maratones del futuro (y del presente) ya no serán una montonera de botellas de plástico en las calles de las grandes ciudades. En el reciente Maratón de Londres se probaron unas pequeñas cápsulas en las que llevar toda la hidratación necesaria en una carrera tan larga. Están hechas de algas marinas y se pueden meter en ellas casi cualquier bebida o suplemento alimenticio líquido o viscoso.
¿Sus beneficios? La gran reducción del impacto medioambiental, ya que por el material del que están fabricadas se biodegradan en menos de seis semanas. Su uso en Londres consiguió reducir el número de botellas de plástico arrojadas a las calles en 200.000, un número importante si tenemos en cuenta que en 2018 se recogieron 760.000.
"Es muy simple, porque es una membrana, y las membranas son la tecnología que se usa naturalmente para encapsular cosas usando la mínima cantidad de material", explicó en una conferencia en el Design Indaba Rodrigo García, uno de los fundadores en la empresa londinense Skipping Rocks Lab que ha creado estas cápsulas Ooho.
Los corredores recogían estas cápsulas en lugar de botellas en los puntos de avituallamiento establecido y se lo metían en la boca. Un mordisco servía para liberar el líquido y beberlo. Ooho busca ahora trabajar con las marcas de bebidas de hidratación para empaquetarlas dentro de estas burbujas. En Londres se probó con la isotónica Lucozade Sport.
El invento va más allá del running, ya que puede usarse también para reducir el impacto medioambiental en festivales de música o para la distribución de comida rápida embolsando ketchup, mayonesa u otras salsas.
