Jesús Olmos tiene dos ocupaciones, pero no sabe lo que son las medias jornadas. Él es frutero de día (y de tarde, y de amanecer, y hasta de madrugada a veces) y runner cuando puede. Y aún así, dedicado a su negocio, el pasado sábado se plantó en Tudela (Navarra) y consiguió convertirse en campeón de España de 10km en ruta, y meterse en un palmarés casi plagado por completo de atletas profesionales e internacionales: Javi Guerra, Carles Castillejo, Toni Abadía, 'Chiki' Pérez o Ricardo Serrano...
Su victoria fue una sorpresa, pero no ya para los demás, sino para él mismo, que planeaba un 4º o 5º puesto antes de empezar y se vio incluso más lejos cuando en el kilómetro 4, segunda vuelta, subida de la Avenida de Zaragoza, le saludó el ácido láctico. "Pensaba que iba a reventar y me conformaba con ya quedar entre los 15 primeros, iba láctico total". Pero resistió, hubo un parón y acabó recuperándose. Cuando Mohamed Zarhouni cogió hasta 30 metros de ventaja, su mente se volvió a despedir de la victoria. Tampoco lo vio claro Jesús cuando el del F.C. Barcelona explotó y él arrancó tras el ataque de Alejandro Jiménez.
Solo en el último kilómetro, corrido en 2:50, Jesús, del equipo Añares-Rioja, le dejó atrás y se supo vencedor en un circuito totalmente ratonero. "Mucha cuesta, mucha curva y encima sin que nos apartaran los coches de las curvas, fue horroroso", explica. Pero un lugar para recordar. Es su victoria más notable tras tres años y medio corriendo y en su segunda temporada en competición. "Ahora estoy entrenando todos los días, pero el año pasado había dos o tres días de la semana que no salía", explica. No por falta de ganas, sino de tiempo.
La frutería de Zaragoza que heredó cuando su padre se jubiló le quita unas 12 horas al día. Y eso estrecha el margen del reloj, para correr y para descansar. "Ahora tengo mucha organización y la ayuda de mi mujer, que me prepara los desayunos y la nutrición y organizo los horarios con los empleados para poder entrenar de 18:30 de la tarde a 19:30 o 20:00".
Un hobbie que da pérdidas
Pero tener alguien que mantenga abierto el negocio a Jesús le cuesta dinero, como las zapatillas, inscripciones, gasolina..."Si consiguiera algún representante que me metiera en carreras o patrocinador que me pague los gastos...", desea. "No estoy tan lejos de la gente buena". Sueña con ser profesional, como muchos de sus compañeros de entrenamientos, Toni Abadía o Carlos Mayo, pero pronto salen a relucir sus 33 años. "Yo tengo los pies en la tierra, del atletismo no voy a vivir. Me pueden quedar 4 ó 5 años buenos en los que podría delegar en la tienda, pero nunca dejaré el negocio, porque es lo que me da de comer", zanja.
Antes de ser el 'frutero runner', así lo dicen sus propias cuentas en redes sociales, Jesús Olmos fue ciclista, donde estuvo casi 14 años y llegó a ser campeón de Aragón pero cuando necesitaba más tiempo para evolucionar, las obligaciones en la frutería empezaron a dejarle sin margen. "Me he llevado muchos batacazos, muchos entrenamientos sin conseguir ninguna recompensa". Y de ahí, la desmotivación. "Iba al gimnasio y me cansaba, jugaba al fútbol y me aburría, volvía dos meses a la bici y lo dejaba. Y el atletismo tampoco me llamaba", cuenta sobre sus años de veinteañero sin un deporte que le llenara.
El regalo que lo cambió todo
Hasta que a finales de 2015, su mujer le regaló unas zapatillas de running que tardó más de un mes en ponerse. Y funcionó. "En mi primer 10K hice 38 minutos, en el siguiente ya bajé a 34, en Valencia bajé a 29:53 y, este año, en Laredo, a 29:27", enumera.
¿Es talento o entrenamiento duro? Debe haber de todo, porque Jesús no preparó específicamente con José Luis Mareca Salud y lesiones Camilo Santiago hasta el km 11 de una media, el martes completó 15 cambios de ritmo de un minuto y el resto de la semana solo rodó 10km suavemente. "Después de Laredo había desistido, estos meses he echado una mano a mis compañeros", cuenta. Y los hechos le dan la razón. El domingo, pocas horas después de su victoria, tiró tres kilómetros de Carlos Mayo en los 10Km de Zaragoza, aunque no pudo cumplir con los 5 prometidos. El joven ganó en casa pero se quedó a seis segundos del récord de la prueba.
Con eso dio por terminada la temporada solo en el asfalto, porque la frutería no coge 15 días de vacaciones hasta julio. Después, vuelta a calzarse las zapatillas con las miras en la Media Maratón de Valencia y 1h y 4 minutos en el cronómetro.
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).