Orlando Ortega está de vuelta a su brillante 2016, el año en el que fue subcampeón olímpico. Como entonces, tres años después volvió a dar a España un diamante, el 4º. Ha sido el mejor en la Diamond League, el único que tenía una mejor marca que él entre los finalistas Ruth Beitia, ambos con dos. Lo consiguió en la gran final del estadio Rey Balduino de Bruselas, donde todo se le puso de cara con la baja a última hora del estadounidense Daniel Roberts, Las posibilidades de Ortega eran bastante más amplias que las de.
Ortega, nacido en Cuba hace 28 años y con una mejor marca de 12,94s en 2015, el año en que no pudo competir por ningún país, dominó la prueba desde el inicio, y eso que pareció no tener la mejor salida. Es el punto que sigue intentando mejorar, porque cuando se pone en acción su evolución siempre es positiva. Otra vez con una técnica perfecta, no rozó ninguna valla y llegó a meta con 13,22s, por delante del jamaicano Ronald Levy (13,31s) y del ruso Sergei Shubenkov (13,33s). No es su mejor marca este año (13,05s en julio), pero las condiciones de la capital belga, 18º C y algo de lluvia en algunos momentos, no eran las mejores para la velocidad.
"Estoy muy feliz. El tiempo no era importante hoy, lo que importaba era ganar. Hacía frío, pero eso no tuvo demasiado efecto en mi. Estaba concentrado y conseguí la victoria. Estoy muy confiado para Doha, donde mi objetivo es el oro", repitió otra vez Ortega, al que le ha sentado bien su cambio de entrenador. En septiembre dejó Madrid y en marzo abandonó a su padre para trabajar a caballo entre Chipre y Valencia a las órdenes del griego Antonis Giannoulakis.
Carro, 8º en obstáculos
Las posibilidades de Ortega eran bastante más amplias que las de Fernando Carro, al que su inesperado récord de España en Lausane le han colocado en la élite mundial de los 3.000m obstáculos y le han permitido pelear por el diamante. La buena noticia es que seguirá siendo el 4º más rápido del mundo este año; la mala, que ante todos sus rivales de Doha esta vez no pudo pelear en la última vuelta con los africanos. En una carrera que salió algo más lenta de lo esperado, el madrileño siguió su estrategia de mantener un ritmo más pausado desde la antepenúltima posición. El kilómetro se pasó en 2:41, los dos kilómetros, en 5:28, pero Carro no avanzaba posiciones.
Cuando aceleraron los etíopes Getnet Wale y Lamecha Girma, el marroquí Soufiane El Bakkali y el keniano Benjamin Kigen, él no estaba allí. En la última recta, Wale se movió a la derecha para impedir el adelantamiento de El Bakkali y terminó consiguiendo el primer diamante etíope en la prueba con 8:06.92. Carro llegaría 8º con 8:15.53, su 2ª mejor marca de siempre en todo caso. Mañana tiene boda en España y el lunes compite por Europa en The Match. El ajetreo antes de terminar de afinar para Doha, donde sin liebres, la final del Mundial puede ser distinta.
Lyles y Norman, sin deslumbrar
La temperatura de Bruselas, decíamos, no ayudaba a las fibras rápidas de los velocistas. Y la cercanía del Mundial aconsejaba no llegar a tope. Noah Lyles ganó los 200m (19,66s) con el campeón mundial Ramil Guliyev creciendo para defender el título en Doha (19,86s). Lyles explicó después que los últimos metros le costaron porque tenía muchísimas ganas de orinar y solo pensaba en no hacérselo encima. Michael Norman, que era 3º al entrar en la recta, aguantó mejor hasta el final de los 400m, pero le costó ganar (44,26s). En chicas, la británica Dina Asher-Smith dio la sorpresa en los 100m lisos (10,88s) y la jamaicana Daniele Williams dominó los 100m. vallas (12,46s) de principio a fin.
En 5.000m, pese a que pareció quedarse descolgada, la neerlandesa Sifan Hassan emergió en la última vuelta, otra vez en menos de un minuto, para sumar su segundo diamante del año tras los 1.500m con 14:26:26. En los 800m, triunfó la estaounidense Ajee Wilson (2:00.25). Katir no podrá competir hasta 2028 por mentir Timothy Cheruiyot antes del mundial. Ganó con gran autoridad, pese al acelerón final de Jakob Ingebrigtsen, ya sin tiempo para alcanzarle (3:30.22)
En concursos, la alemana Malaika Mihambo se llevó el diamante de la longitud (7,03m), Mariya Lasitskene el de la altura (1,99m), Katerina Stefanidi la pértiga (4,83m), Christian Tailor (17,85m) el triple y Yaimé Pérez (68,27m) y Daniel Stahl (68,68m) el disco.
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).