El español Javier Gómez Noya se impuso en el Gómez Noya afronta en Malasia su tercer ironman con un tiempo de 8h:18:59, récord de la prueba malaya, aventajando en más de cinco minutos al suizo Philipp Koutny y en más de doce al brasileño Thiago Vinhal. Tras un año dedicado fundamentalmente a las series mundiales en las distancias sprint y olímpica, Gómez Noya decidió participar en el Gómez Noya afronta en Malasia su tercer ironman (3.8 kilómetros de natación, 180 kilómetros de ciclismo y 42.195 metros de carrera a pie), que se ha disputado en condiciones extremas de calor y humedad.
Gómez Noya salió en cabeza del agua -que rondaba los 30º- en solitario con unos dos minutos de ventaja sobre sus rivales, y decidió no forzar en la prueba ciclista, consciente de que la clave iba a estar en la fase de maratón, al mediodía con más de 30º de temperatura y una gran humedad.
Tras rodar los primeros kilómetros en solitario, Koutny le alcanzó en el km75 y le dejó atrás, llegando al término del sector con 10 minutos de ventaja sobre el español. El triatleta español comenzó a recortar diferencias en el maratón al ritmo de 20 segundos por kilómetro. En el km 8 ya había rebajado la diferencia a 7 minutos; en el 14 ya eran menos de 5; y en la mitad del maratón justo 3 minutos. "Cuando me cogió Koutny", en el segmento ciclista, "vi que su ritmo era muy fuerte y me podría reventar si me empeñaba en seguirle; por algo él en Hawái había hecho uno de los mejores parciales en bici y me acabó metiendo diez minutos", explicó el gallego.
Remontada en el maratón
Por detrás Vinhal era tercero pero habiendo perdido tres minutos más con Gómez Noya, que en el kilómetro 28 adelantaba al suizo al que le fallaron las fuerzas. De ahí hasta el final Noya siguió aumentando su ventaja hasta llegar con más de cinco minutos de ventaja a la meta. "En el maratón también he ido bebiendo y comiendo continuamente, sin salir a lo loco para pillarle pronto. Hacia el km 15 ya le había recuperado unos 5 minutos, la mitad de la diferencia, con lo que me bastaba mantener ese ritmo. Con ello le alcancé, no pudo seguirme y así pude relajarme algo sabedor de que le iba dejando atrás y de que al tercero también le iba metiendo tiempo" añadió el atleta nacido en Basilea (Suiza).
Ésta es la primera victoria para el español en la distancia Ironman -tras ser 2º en su debut en junio 2018 en Australia y 11º en Hawái ese mismo año- y tiene el premio añadido de haber conseguido plaza para el mundial de Hawái en 2020. El gran objetivo de Noya el año próximo es la cita olímpica de Tokio, que ahora podrá preparar con más relajación, tras la que tendrá algo más de dos meses para centrarse en el Ironman de Hawái a mediados de octubre.
Las condiciones más duras de su vida
Gómez Noya no dudó en afirmar que han sido "las condiciones más duras de calor y humedad" en las que ha competido en "toda" su vida. "Se esperaba lluvia con lo que se iba a haber refrescado algo el ambiente pero resulta que ha hecho sol todo el día. Pero lo importante es haber logrado el objetivo. La clave ha sido poder cumplir lo previsto en cuanto a ritmo, hidratación y nutrición", dijo el triatleta español en declaraciones remitidas.
De ahí hasta el final, Gómez Noya pudo relajarse un poco, "aunque sin perder mucho ritmo". "He sufrido mucho y he llegado fundido, pero estoy súper contento porque ha salido todo bien teniendo en cuenta las pocas sesiones específicas de larga distancia en bici y a pie que he hecho tras decidir con tan poco tiempo participar aquí".
"Además la felicidad es doble por la victoria y la plaza para Hawái 2020. Este ironman me va a servir de gran experiencia para poder afrontar otros en estas condiciones de calor y humedad”. concluyó Javier Gómez Noya.