Este fin de semana pasado se lograba batir un nuevo récord mundial de maratón, concretamente el tiempo más rápido empujando una silla de ruedas. Sin embargo, no es una hazaña más para el libro Guinness, ya que sus protagonistas tienen una emotiva historia por la que disputaron esta prueba y lograr esta marca.
Kipkorir y Desta ganan entre 16.000 en Málaga Marcus Green, quien se encargó de empujar la silla de Phil Rossall. Un corredor que en 2016 fue diagnosticado con la enfermedad de la neurona motora, una afección degenerativa que afecta a las neuronas del cerebro y a la médula espinal provocando debilidad y atrofia muscular. Los médicos solo le dieron un par de año de vida, sin embargo, desde entonces han logrado recaudar más de 33.000 euros para la Asociación de Enfermedades de las Neuronas Motoras participando en diversas carreras junto a sus compañeros.
Y es por ese motivo por el que Green decidió empujar a Rossall a lo largo del circuito hasta completar los 42 kilómetros en un tiempo increíble de 02:57:40, rompiendo así la marca mundial que había establecida de tres horas por empujar una silla de ruedas en una maratón. Además, a este dúo se unieron dos de sus amigos amigos, quienes corrieron a su lado mientras transportaban un respirador de repuesto para Rossall en una mochila, ya que éste depende totalmente del ventilador y ha perdido el uso de sus músculos. El evento es el RunThrough que se organiza en el circuito de Goodwood, que se caracteriza por ser rápido y llano.
Pero no el único récord que llevan a cuestas, ya que el pasado mes de febrero, Green empujó a Rossall en la Este fin de semana pasado se lograba batir un nuevo (Reino Unido), rompiendo también el récord mundial de media maratón más rápido empujando una silla de ruedas. Los dos consiguieron cruzar la línea de meta en un tiempo de 01:29:38. Green ahora ostenta dos récords mundiales tanto el del tiempo más rápido en medio maratón y en maratón mientras empuja una silla de ruedas.