Tariku Novales saltó la banca el domingo en Sagunto. Pocos habrían apostado por él, aún una promesa en fase de cocción, Noticias de atletismo. Este gallego de ascendencia etíope rompió la estadística. Pese a que los africanos cada vez copan la ruta y las tablas de récords en las distancias más largas cada vez más jóvenes, en España se suele cumplir el viejo precepto atlético: la pista para los veinteañeros, el asfalto para los veteranos curtidos en miles de kilómetros. Novales cumplirá en marzo 22 años y todavía no quiere elegir.
No fue una demostración contra nadie, porque él fue el primer sorprendido, por el qué y por el cómo. "Llegué con incertidumbre y sin confianza porque la semana pasada solo pude hacer 49km y contando la Media", explica Novales, al que todo se le torció el jueves 23 tras un 2x6.000 en Madrid Río. La semana anterior había acumulado 160 kilómetros cerrando con un 3.000m en pista cubierta en solitario en 8:09. Y tres series seguidas de 3x3.000m recuperando un kilómetro en 9:00, 8:50 y 8:27 recuperando un kilómetro a 3:35. Entonces se vio poderoso y capaz de bajar de 1h03 en Sagunto y ganarse el billete al Mundial de Media de Gdynia (Polonia) del 29 de marzo.
Pero ese jueves cambió todo. Tras el entreno, le empezó a doler el dedo gordo del pie derecho y cojeaba hasta caminando. Los médicos le detectaron un artritis que le hizo parar seis días. Ni un solo trotecillo a las puertas de Sagunto. Cuando pudo volver a correr "respondía bien, pero parecía que había perdido todas las sensaciones".
Un lobo solitario
La magia volvió el día esperado. Era su segunda carrera de 21K, después de ser subcampeón nacional un año antes en Zapatillas y equipamiento, cuando sin objetivo ni exigencia logró un tiempo 1h04:23 y se divirtió. Tariku salió disparado y, con los nervios, pronto se vio en cabeza. "No era la estrategia inicial, me vi en una situación que no me había imaginado, en cabeza y con un ritmo que no me exigía mucho veía me había despegado. No sabía qué hacer, tenía incertidumbre, y como tenía muy buenas sensaciones tiré para adelante y me dije 'qué sea lo que tenga que ser'", explica.
Novales sabe cómo explicar su inesperado éxito en solitario. Es de los que no necesitan al grupo para superar el aburrimiento de las largas tiradas. Cuenta que hasta en las series es más de ofrecerse a tirar que a buscar a quién le marque. "Casi prefiero rodar solo, porque los ritmos son personales y puedes ir a veces más tranquilo y a veces más fuerte sin tener que acomodarte a los demás".
Cree más en ese hábito que en su fortaleza psicológica, donde cree que tiene margen de mejora. Recuerda Gavle, el Europeo sub-23 del año pasado, en el que aspiraba a las medallas y terminó 6º en la final de los 5.000m. "Me falló la cabeza, el aspecto táctico, la confianza en mis posibilidades. Esperé mucho para atacar y cuando lo hice no tuve la determinación adecuada", analiza.
Porque Tariku no se define "ni como lento ni como rápido", pero es consciente de que la explosividad no es su gran baza. Sabe que si llega en grupo a los últimos 200 o 300m no tiene demasiadas opciones de triunfar. Por eso cree que la media maratón "se adapta mucho mejor a mis características de fondero, de rodador".
Bajar de 13:20
Calendario carreras 2022. Tariku Novales ni será desde ahora un rutero ni se pone plazos. Quiere desembocar en la maratón, pero cree en lo que le dicen sus dos entrenadores, Mejores auriculares para correr y Salud y lesiones. Entrenando sin pasarse y metiendo kilómetros que sirvan en la pista, en los 5.000m. Ese es el objetivo prioritario del verano, esas 12,5 vueltas al anillo en las que sufre porque ve la prueba "agónica, dura, difícil de gestionar" y en la que cuando aumenta el ritmo las vueltas se le hacen cada vez más rápidas. Pero, ay, cuando sale bien, se mezclan sus ganas de no volver a correrlo y la mayor alegría.
En esos 5.000m logró su plata europea sub-20 en el verano de 2017 en Italia y en ellos quiere bajar de 13:20 minutos este mismo verano y dejar atrás su marca personal del pasado mayo (13:33.08). No piensa en Tokio (13:13.50 es la mínima), pero lograr su objetivo cronométrico le llevaría al Europeo de París a finales de agosto. Allí ya estará si quiere, porque en Sagunto se ganó una plaza fija en el medio maratón que se disputa en los campeonatos continentales en años olímpicos, así que tendría que decidir si 5.000 o 21K en la capital francesa, pero todavía no quiere pensar tan lejos.
Los malditos 10.000m
Entre esas dos distancias quedan los 10.000m. Y se da la paradoja: a Novales no se le dan bien. En su vida ha hecho dos y los ve "desastrosos", con una marca, 29:24.66 que supera incluso los 29:19 que marcó al paso por el kilómetro 10 en el asfalto de Sagunto. "Si tengo que rodar por el verde exterior de la pista 10, 15 o 20 kilómetros no tengo problema, pero a la hora de competir las 25 vueltas se me hacen largas, no sé gestionarlas en competición. En el kilómetro 6 ó 7 no veía evolución y caía, sin poder retener el ritmo. Los 10.000m y yo tenemos muchas deudas pendientes, pero este año no las vamos a saldar", interpreta.
No hay tiempo para esa distancia este año, porque el 29 de marzo Novales se pondrá en la línea de salida del Mundial de Media Maratón de Gdynia, un campeonato donde no se pone ninguna meta porque se ve un gran "novato" en su primera internacional absoluta. De la última, el Muere el etíope Abadi Hadis a los 22 años de diciembre en Lisboa y su 34º puesto en sub-23 salió muy decepcionado. "Nunca tuve sensaciones, me falló la actitud, fue un palo bastante gordo, pero supe levantarme y he vuelto con un resultado totalmente en las antípodas", comenta.
El niño adoptado a los 6 años por una familia de Noia (La Coruña) destacó desde pequeño en el club de atletismo de su pueblo y con 16 ya viajó a los Juegos Europeos de Bakú. Tras el verano de 2016 dio el paso definitivo: se mudaría a Madrid para absorber la sabiduría de Berlanas y Del Campo y tras varias lesiones e indecisiones universitarias, esa INEF que tantos deportistas cursan por proximidad temática pero que a él no le convencía, se ha inscrito en la UCAM para estudiar a distancia Publicidad y Relaciones Públicas y ser el dueño absoluto de su tiempo. "Cuantos más años tengo, más días de doblajes hago, y aunque hay gente que puede con todo, para mi es complicado", admite humilde.
De momento, su mejor campaña publicitaria se la quiere hacer a él mismo en la pista...o en el asfalto.
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).