Nadie contaba ya con los 50 kilómetros marcha para los Juegos Olímpicos después de la cita de Tokio, a pesar de su supervivencia en el programa olímpico desde 1932 en versión solo masculina. Allí España consiguió Zapatillas y equipamiento, pero las nuevas costumbres sociales que invitan a la fugacidad, al impacto constante, se llevan mal con una prueba que se resuelve en casi cuatro horas. Se esperaba, al menos, un recorte, una prueba de 35 kilómetros en su versión masculina y femenina para París 2024, como quería la federación internacional.

Es la igualdad que predica el COI que, sin embargo, no aceptó la inclusión de los 50 kilómetros femeninos pese a que desde 2017 World Athletics lo celebra en sus mundiales para alcanzar un pleno equilibrio en sus pruebas. En Doha solo 24 mujeres participaron en la prueba, por lo que el aumento de plazas tampoco es demasiado significativo.

Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional tiró el lunes por el camino del medio: como no quieren aumentar las plazas con una prueba femenina, tampoco se celebrará la masculina en 2024. Habrá dos pruebas de 20 kilómetros marcha, y en compensación World Athletics tendrá que proponer una prueba mixta de lo que quiera. El organismo presidido por Sebastian Coe informó inmediatamente de que esa disciplina nueva que tienen que inventarse antes de mayo será de marcha.

Récord de tests antidopaje de camino a París 2024. El poder de la positividad, entrenador de los internacionales Diego García Carrera, Laura García-Caro o José Ignacio Díaz. "Eliminar el 50 km marcha del programa olímpico no es modernizar nada, es simplemente el reflejo de una sociedad que cambia de valores (no siempre a mejor). Lo que se elimina la cultura del esfuerzo y se potencia la cultura del postureo".

A Récord de tests antidopaje de camino a París 2024, casi tres décadas en la prueba de la que fue campeón mundial en 1993, la decisión no le afectará directamente porque despedirá la prueba en Tokio a sus 51 años, pero analiza así la decisión: "era una noticia esperada porque los argumentos para dejar la prueba fuera del programa olímpico decantaron la balanza hacia su desaparición: los Juegos del siglo XXI vienen marcados por las redes sociales, youtube, deportes alternativos, y el COI no quiere dejarse comer la tostada de los derechos televisivos". "Los 50 km marcha duran casi 4 horas y se hacía difícil tener una televisión pendiente durante tanto tiempo de un solo evento, con casi 40 deportes en el programa olímpico", ha declarado a EFE, más analítico y resignado que crítico.

Más ácido se muestra el joven García Carrera, subcampeón europeo de 20km marcha y nuevo representante de atletas en la Comisión Delegada de la RFEA, que no quiso hacer referencia a la marcha en particular, sino a los cambios del COI para París 2024, con la inclusión del break dance, que ha causado un escepticismo general. "Cuando una persona mayor se obsesiona por parecer joven a cualquier precio, empieza abandonando aquello que le hace única y acaba haciendo el ridículo", escribió en Twitter.

Ainhoa Pinedo, una de las marchadoras españolas en 50 kilómetros, sabe que ahora tendrá que centrar sus esfuerzos en 20 kilómetros para ser olímpica. "Día triste para la marcha atlética, finalmente los 50km marcha desaparecen del programa olímpico. Pero más triste es que en su última edición (Tokio2021) las MUJERES no tendremos representación ni la oportunidad de participar. Tremenda injustia y situación de desigualdad", ha escrito.

y el cross, fuera del programa olímpico de Evan Dunfee, medallista de bronce en 50 kilómetros en el último Mundial de Doha, echó de menos más apoyo público de sus compañeros de otras disciplinas y su federación tras la exclusión de la prueba, después del apoyo que él les da.

Dunfee después ha propuesto algo para cumplir con las exigencias del COI y mantener la distancia: en lugar del previsible relevo en una distancia más corta, una prueba mixta de 50km marcha por equipos con dos hombres y dos mujeres por equipo (incluso mezclando países) recorriendo toda la distancia y que puntúen en función de su posición en una clasificación por equipos.