- El alicantino se repone en la altura de un inicio mejorable y se jugará el domingo el podio europeo en heptatlón
- Fátima Diame termina 7ª la final de longitud de la ucraniana Bekh-Romanchuk, líder mundial
- Oacute;scar Husillos, campeón de Europa de 400m
Jorge Ureña se acostará esta noche en Torun (Polonia) con un bronce virtual colgado del cuello a falta de correr las vallas y los 1.000m y saltar la pértiga el domingo. Y un bronce, dadas las circunstancias, es tan meritorio como el oro de hace un par de años en el heptatlón del Europeo de atletismo en pista cubierta. Porque está Kevin Mayer, el plusmarquista mundial de verano, que el propio alicantino considera imbatible; y porque a un suizo del año 2000 llamado Simon Ehammer se le ocurrió la gran idea de saltar 7,89m en longitud, una burrada y llegó a ponerse por delante del francés. Son dos puestos inatacables.
Por eso y porque Ureña contaba a Runner's World esta misma semana que tantas lesiones y molestias apenas le han permitido entrenar bien la última semana. Llegaba sin apenas haber podido trabajar la técnica, sin medir su cuerpo a la realidad de las pruebas. El salto de altura era un caramelo envenado. Es la prueba en la que su marca personal es más reciente, pues saltó 2,11 metros hace un año en el Nacional de Ourense, pero, sin práctica reciente, podía salir mal. El alicantino empezó dubitativo, torciendo el gesto, y se fue viniendo arriba, diciéndose a él mismo que podía con ello antes de cada batida. Y pudo, pasito a pasito, hasta con 2,10m. Ya solo ante 2,13m, lo tuvo muy cerca en el segundo intento. Habría sido un golpe definitivo.
La altura elevó a Ureña, del 6º puesto en la general tras no explotar todas sus posibilidades en 60m (7,03m), longitud (7,33m) y un buen peso (14,57m). La plata está a más de 100 puntos, pero sus rivales le acechan por detrás. El alemán Andreas Bechmann, que también se lució en la altura, está a cinco; y el polaco Paul Wiesiolek, a 17. La baja del teutón Kai Kazmirek, su teórico rival más peligroso por las medallas, retirado en el peso, también le ayuda.
Ureña tendrá que estar muy fino a primera hora de la mañana en vallas, donde su marca personal de 7,78s es superior a la de sus rivales, que no bajan de 8 segundos (Bechmann tiene unos pobres (8,52s), pero el peligro está en la pértiga, donde 10 centímetros más o menos suponen más de 30 puntos. El alicantino tiene que regresar a los 5 metros, porque Bechmann Zapatillas y equipamiento Wiesiolek 5,10. En el kilómetro final puede ser ligeramente más rápido, pero no para recuperar demasiado desventaja.
Diame falla en la final de longitud
Otra española saltando en la tarde de Torun era Fátima Diame, que cumplió metiéndose en la final, donde no aprovechó ninguno de los seis intentos para acercarse a su gran marca personal de la calificación, de más de 6,60 metros. La valenciana arriesgó y cometió nulos. No pudo volar más allá de 6,47m, 7ª de la final europea.
La ucraniana Maryna Bekh-Romanchuk pegó el brinco más largo del año con 6,92m y dejo sin victoria a la campeona mundial, la alemana Malaika Mihambo (6,88m). Khaddi Sagnia (6,75m) otorgó a Suecia su tercera medalla, y la esperada, la joven Iapichino, hija de Fiona May, no tuvo la tarde inspirada y terminó 5ª con 6,59m.
Mihambo, una mujer de más de 7,30m, reconoció que este invierno no ha conseguido mostrar lo que vale y tiene problemas de ajuste, y además explicó que su mudanza a Estados Unidos para entrenar con Carl Lewis se ha pospuesto a después de Tokio Madrid se llena de 9.000 Papás y Mamás Noel.
La final de pértiga resultó tan pobre como se esperaba, aunque lo que era menos previsible fue la victoria de la suiza Angelica Moser Publicidad - Sigue leyendo debajo Tina Sutej con 4,70m y por encima de la favorita Holly Bradshaw, con 6,61s. Estoy en shock, dijo el italiano Iryna Zhuk con 4,65m.
Jacobs revienta los 60m
En el cierre de la jornada, Italia pudo resarcirse del chasco de Iapichino con la victoria incontestable, perfecto de principio a fin, de Marcell Jacobs en los 60m. El transalpino es un saltador de longitud de más de 8 metros reconvertido con éxito a la velocidad. Con 6,47s igualó la cuarta marca europea de todos los tiempos y dejó sin respuesta al alemán Kevin Kranz (6,60s) y al esloveno Jan Volko con 6,61s. "Estoy en shock", dijo el italiano.
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).
