Caitlyn Jenner nació como hombre en Nueva York en 1949 y a los 26 años, en los Juegos Olímpicos de Montreal, Bruce Jenner, que así se llamaba, ganó el oro olímpico en decatlón con récord mundial de 8.618 puntos. A su retirada se convirtió en una estrella televisiva y en 2015 anunció que se sentía más mujer que hombre, que su nuevo nombre sería Caitlyn y que se operaría para estar en consonancia con su nueva identidad.

Su condición de trans, sin embargo, no hace a Jenner apoyar todas las reclamaciones del colectivo, ya que se ha mostrado claramente en contra de que las niñas que nacieron hombres puedan enfrentarse a otras niñas en deportes en las escuelas. "Esto es una cuestión de justicia, y por eso me pongo a que los niños biológicos que son trans compitan contra niñas en el colegio. Simplemente no es justo, y tenemos que proteger a las chicas", explicó a TZM, preguntada al asalto mientras se montaba en su coche.

Jenner, que hace unas semanas anunció su candidatura a gobernadora de California por el Partido Repúblicano, entra así en un debate vivo en Estados Unidos, donde siete estados han prohibido ya competir a las estudiantes atletas trans con otras mujeres y otros muchos lo están estudiando, ya que pese al cambio de género legal o por cirugía nacer biológicamente hombre aporta unas ventajas innatas como la mayor producción natural de testosterona y fuerza.

Por supuesto, Jenner ha sido duramente criticada por su opinión por varias activistas transgénero de Estados Unidos que aseguran que no representa a la causa.

caitlyn jenner cuando era bruce jenner y ganó el decatlón de los juegos olímpicos de montreal 1976
NCAA Photos//Getty Images
Caitlyn Jenner cuando era Bruce Jenner y ganó el decatlón de los Juegos Olímpicos de Montreal 1976

Un debate en todo el mundo

El debate sobre transgénero y deporte va más allá de Estados Unidos. En España, el Ministerio de Igualdad de Irene Montero sacó en febrero un primer borrador de la Ley Trans que en su artículo 39 aseguraba el "derecho a la identidad de género en las prácticas deportivas", es decir, que mujeres que nacieron como hombres podrían competir en categoría femenina si se sentían así y su género registral era femenino, sin posibilidad de someterse a pruebas de verificación de sexo.

La norma seguramente no salga adelante así, ya que iría en contra de la legislación deportiva mundial. Se espera que el Comité Olímpico Internacional aborde la cuestión después de los Juegos de Tokio. De momento, las autoridades del atletismo impiden competir a mujeres como Caster Semenya, Francine Niyonsaba o Aminatou Seyni si no se tratan para bajar su producción natural excesiva de testosterona a niveles por debajo de 5 nanomoles por litro en pruebas entre los 400m y la milla. Ellas no son transexuales, sino que sufren androgenismo. Semenya lleva una larga lucha judicial que ahora está en el TAS, y mientras aspira a triunfar en los 5.000m, lejos de los 800m que le dieron doblemente gloria olímpica.