Ay, el Tour. Qué momentos de gloria nos ha dado a los habitantes de este nuestro país toda la vida: a los aficionados, porque esas tardes de junio/julio se esperaban con ansia viva, mirando el calendario de etapas, viendo cuándo eran las llegadas en alto, las contrarreloj o las jornadas de descanso, que siempre caían fatal en el ánimo del fanático ciclista; a los no aficionados, porque les ayudaba a rebajar considerablemente los tiempos entre que uno decía "me voy a echar la siesta" y se quedaba dormido, bendita voz tenue de las narraciones y el sonido del helicóptero en esas etapas llanas de 220 kilómetros.
Pero, en todo caso, nadie puede negar al Tour de Francia su condición de carrera ciclista más importante del mundo, cita ineludible para aficionados y profesionales. La mayoría de estos últimos sueñan con disputarla, pero sólo unos cuantos con ganar alguna etapa y unos pocos elegidos por ser el primero en París tras las tres semanas de carrera. El prestigio que otorga ganar el Tour de Francia es mayor que cualquier otro y la victoria final no sólo asegura portadas y contratos publicitarios, sino también una buena bolsa de dinero que compensa con creces el sufrimiento y el esfuerzo de esos días. Pero no sólo al vencedor...
Y es que el ganador del Tour de Francia se acuesta esa misma noche con 500.000 euros más en su cuenta corriente; el segundo clasificado se lleva 200.000 euros y el tercero unos nada desdeñables 100.000 euros. De ahí para abajo, los premios son los siguientes (siempre según Amaury Sport Organisation, la empresa que organiza el Tour de Francia): 4º clasificado: 70.000 €; 5º clasificado, 50.000; 6º clasificado, 23.000; 7º clasificado, 11.500 €; 8º clasificado, 7.600 €, 9º clasificado, 4.500 y 10º clasificado, 3.800 €. De ahí para abajo, hasta el puesto veinte del ránking general, cada corredor es mileurista, es decir, se embolsa 1.000 €.
¡Lluvia de dinero!
Pero ojo, no sólo los mejores de la clasificación general se llevan dinerito contante y sonante, no. Hay muchos más premios. ¿Te has preguntado alguna vez por qué ese corredor desconocido pelea cada punto de la montaña en la primera semana de carrera, en puertos que son cuestecitas, cuando ni es escalador ni es nada? Pues porque, además de lo bonito que es el maillot a topos rojos de líder de la montaña, cada día con él sobre la bici son 300 €, y cada cota pasada en primer lugar suma entre 200 y 800 € en función de la dificultad. Es decir, que el tipo desconocido, corredor de medio pelo, puede llevarse fácilmente, si es inteligente, unos 5.000-6.000 € sin apenas esfuerzo. Otra cosa es ganar al final del Tour la clasificación de la montaña, claro: eso ya suma 25.000 € del ala.
Esos mismos 25.000 € se lleva también el vencedor final de la clasificación de la regularidad (maillot verde); 20.000 € se embolsa quien acabe como mejor joven de la carrera (maillot blanco); y otros 20.000 € para el ciclista más combativo de cada edición (dorsal rojo). Eso al final, claro, porque, al igual que hemos comentado de la montaña, cada etapa va soltando pedreas. Tanto el maillot verde como el blanco de cada día se llevan 300 €, aunque el más combativo aquí triunfa: 2.000 € por etapa. ¿Por qué esta diferencia? Porque el corredor más combativo de cada día casi siempre es uno diferente, sin embargo, los líderes de las distintas clasificaciones suelen repetir varios días seguidos. Así, se reparten mejor las cantidades. Se nos olvidaba, claro, el maillot amarillo: ese se lleva 500 € por cada día de gloria.
Hay otra clasificación que casi nadie tiene en cuenta, aunque sí los españoles, que últimamente andamos huérfanos de triunfos parciales o totales de nuestros ciclistas en el Tour de Francia: la de por equipos, que la escuadra española Movistar ha ganado en 6 de las últimas 8 ediciones, adjudicándose los 50.000 €, más los 2.800 € por cada etapa en condición de líder de ese ránking.
Hasta el último metro
Seguimos haciéndonos preguntas. Una etapa al sprint, por ejemplo. Verás que, generalmente, son tres o cuatro ciclistas los que se disputan la victoria final. ¿Y por qué el grupo que va detrás sigue pedaleando como si no hubiera un mañana si no van a ganar? Pues porque en cada etapa hay premios en metálico para los 20 primeros. El ganador de cada día se lleva 11.000 €, el segundo 5.500 € y el tercero 2.800 € y así hasta el 20º puesto.
Seguro que estás haciendo cuentas. Vamos a hacerlas contigo: el año pasado, el vencedor del Tour de Francia fue el esloveno Tadej Pogacar, que también ganó la general de la montaña, la de los jóvenes, tres etapas, llevó el maillot de líder dos días, el de la montaña tres jornadas y el de líder de los jóvenes once días, amén de diferentes puestos de etapa, puertos pasados en primer lugar, etc... En total, más de 600.000 €. ¿Sabes cuál era el sueldo de Pogacar en 2019, un año antes? 41.000 €.
Claro que hay que hacer dos matizaciones: la primera, que ahora el sueldo del ciclista esloveno es de 5,5 millones de euros (fíjate si sale rentable ganar un Tour de Francia); la segunda es que, en realidad, todos los premios que ganan los ciclistas por vencer una etapa, ser el más combativo, quedar el 7º en la meta, liderar alguna clasificación, etc... van a una bolsa común del equipo, que al final de la carrera reparte todo el montante acumulado durante las tres semanas entre todo el equipo: ciclistas, equipo técnico, utilleros, mecánicos, conductores, masajistas, médicos, etc. Porque sin equipo nadie gana nada y, mucho menos, un Tour de Francia.
Alejandro Avilleira (Madrid, 1981) es el redactor jefe de Esquire y es experto en gastronomía, viajes y relojería, áreas de las que habla desde hace más de 10 años en esta revista. Aunque por su trabajo tiene que saber de todo y conocer cualquier cosa relacionada con el mundo del estilo de vida, su trayectoria le ha llevado a especializarse en estos temas sobre los que le puedes pedir opinión en cualquier momento, porque sabrá recomendarte qué restaurante está más de moda en Madrid o Barcelona, dónde dormir en Marbella o Marrakech o qué reloj es el indicado para regalarle a alguien (o a ti mismo).
Otro terreno en el que se mueve especialmente bien es en el de las entrevistas, ya sea a actores y actrices de España o el extranjero, a deportistas de élite o a empresarios de éxito. Ha charlado con Julianne Moore mientras ella desayunaba en Pastis en Nueva York, ha estado tomando un refresco con Usain Bolt en Boston, ha entrevistado a Diego Armando Maradona (y se llevó una portada de Esquire firmada) y se pasó un día entero paseando con Iker Casillas por Roma. Ah, y ha hecho llorar de la risa a Blanca Suárez.
Alejandro es periodista desde que tiene uso de razón, aunque la certificación oficial llegó cuando se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid en 2004. Tiene una amplia experiencia en prensa escrita, trabajando en los periódicos El Mundo, Málaga Hoy (del que fue miembro de la redacción fundacional) y Johnson y la ausencia de concursos en la GST. Johnson y la ausencia de concursos en la GST Esquire, Alex Yee correrá el Maratón de Londres 2024.
En su tiempo libre se dedica a escribir relatos cortos de humor negro, suspense y muy pegados a la vida real de las personas normales. Los ha presentado a distintos concursos sin que, de momento, le hayan dado algún premio. Pero todo el mundo sabe que los genios suelen ser unos incomprendidos. Aunque le gusta cualquier deporte, sus preferidos son el fútbol, el pádel, el running y el snooker, que es una combinación que ya de por sí da para una charla más amplia. Y también cocina mucho y muy bien: una vez ganó un concurso de fabadas.