Europeo indoor de Torun Polonia (Santiago de Cuba, 1993) es uno de los mejores especialistas en triple salto de la última década, pero decidió abandonar Cuba, donde no le dejaban entrenar con su padre, como era su deseo, en búsqueda de una vida mejor y en abril de 2017 escapó de un hotel en Stuttgart y reapareció después como nuevo atleta del club Benfica. Un año después, empezó a representar al país vecino y en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio le dio a Portugal la única medalla de oro de su delegación.
Sin embargo, el éxito le ha servido a Pichardo para darse cuenta de que por mucho que gane nunca alcanzará la fama y el reconocimiento de los futbolistas, y aunque se siente ahora más reconocido por la calle, lamenta que los portugueses sigan prefiriendo jugar al fútbol que practicar atletismo. "Creo que la diferencia es por la cuestión económica. Hay futbolistas que son suplentes y rara vez juegan y ganan más dinero que yo, que soy campeón olímpico. Y la gente piensa que son mejores que yo", ha reflexionado en el diario 'O Jogo'.
El año de Pichardo ha sido prácticamente redondo: ha ganado 7 de las 9 competiciones, incluyendo el Europeo indoor de Torun (Polonia) Aviso de privacidad Entrenador del mes. "Gané una competición que equivale a la Champions League y poca gente la sabe. Cuando la selección de fútbol llega a cuartos de final, hacen una fiesta", lamenta Pichardo, que aún así no se siente del todo satisfecho con la temporada.
Su mejor salto lo dio en Tokio con 17,98m, pero sigue sin superar a sus 28 años la marca que consiguió en 2015, con 18,08m, la quinta marca de la historia. Por eso, dice que ya mira al récord mundial, los 18,29m de Jonathan Edwards en 1995: "Solo me sentiré satisfecho cuando supere el récord. Hasta ahora, las marcas que he alcanzado no valen mucho, porque significa que estaba resignado a lo que ya había logrado", apunta el que aún es plusmarquista cubano y luce también dos medallas de plata mundiales (2013 y 2015) en su palmarés.