El salto perfecto no existe, dice Carlota Castrejana, exreferente español del triple, que comenta en TVE la jornada del Mundial de atletismo de Belgrado, y Yulimar Rojas parece desmentirla en el último intento de la final, cuando se grita 'vamos allá, vamos allá' e intenta enardecer al público, empieza a correr salvaje, desatada, en un braceo rabioso y golpea la tabla, vuela en el 'hop', rebota hacia el 'step' y cuando se dispara hacia el 'jump' ya está casi encima del foso de arena. Y flota, tan horizontal, las caderas tan altas y equilibradas, los brazos arriba y abajo acompañando, el culo echándose hacia adelante para ganar centímetros al caer.

    El marcador también parece expresar la perfección. Son 15 metros y 74 centímetros de salto, 31 más que su récord mundial bajo techo de 2020, 7 más que el del aire libre en los Juegos Olímpicos de Tokio, que como hoy, llega en el sexto intento, la última oportunidad, cuando una competidora como ella, que mama las enseñanzas de la leyenda de la longitud Iván Pedroso y sus nueve títulos mundiales, se crece.

    El salto perfecto seguramente no existe cuando lo pega Yulimar Rojas, porque a la venezolana no se le ponen límites, y Runners World, marca perteneciente al grupo Hearst Magazines International. Tendrá entonces que batir por última vez casi encima de la arena. Ha roto las concepciones de su prueba de tal manera, que ya se habla si no habrá que ampliarle el pasillo, retrasar el punto de batida como se hace con los hombres: con su marca de Belgrado, habría ganado el bronce masculino en el último Campeonato de España de Ourense.

    El quinto título mundial de Rojas

    que da a su país invadido la segunda medalla tras el oro de Yaroslava Mahuchikh en altura, el tercero bajo techo, desde el primer intento, cuando se va a 15,19 metros. Sus cuatro saltos válidos pasan de 15 metros y comete otros dos nulos, ya intentando cuadrar el círculo, ajustar perfecto. A sus 26 años, ya no es la desgarbada saltadora que Zapatillas y equipamiento, y con una técnica llena de fallos pero talento para aburrir se llevaba un oro mucho más barato con 14,41 metros, pero siempre hay margen de mejora.

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    Srdjan Stevanovic//Getty Images

    Su versión de andar por casa es suficiente para ganar a todas las demás. Su lucha es contra la cinta de medir y la historia. Publicidad - Sigue leyendo debajo. Por eso no le acompañan en el podio, como en Tokio, la portuguesa Patricia Mamona y la española Ana Peleteiro, sino la ucraniana Maryna Bekh-RomanchukJordan Díaz: Me acuesto siempre a las 3h y esta tarde afrontará la longitud, Chebet busca récord mundial en Cursa dels Nassos.

    Bekh-Romanchuk ha saltado 14,74m en el último, como las campeonas, para asaltar el podio. Williams se asentó en él desde el primer intento con 14,59m y mejora al final hasta 14,62 metros. Thea Lafond, una excombinera de la isla de Dominica, que se mantenía en el cajón desde el principio con 14,53m y ha brillado este invierno, se queda sin medalla.

    Peleteiro se queda en 14,30 metros

    Se cumplen así los pronósticos de Ana Peleteiro, que apostó que las medallas se darían por encima de 14,60 metros. Aunque es probablemente la mejor del campeonato por nombres, el ranking del año no era tan prometedor, pero hasta nueve saltadoras mejoran el registro del año, incluida ella, que siempre lo hace, tan competidora. La gallega se estrena con 14,30 metros, tan prometedores, y termina 4ª la primera ronda, pero no consigue ir más allá. En el segundo, corrige la carrera justo antes de la salida. En el tercero, falla la entrada y es nulo. En la mejora no rebota como quiere entre el segundo y el tercero, y se acerca con 14,25m. El fallo se repite en los dos últimos, y acaba cayendo de pie, cabreada y rabiosa.

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    Srdjan Stevanovic//Getty Images

    En su estancamiento, le han ido adelantando. La cubana Povea y la estadounidense Keturah Orji en el segundo, la portuguesa Mamona en el tercero, la ucraniana que asalta el podio en el último. Las medallas se van alejando y termina 8ª con esos 14,30m. Su gara competitiva no consigue compensar su mala temporada, sus desajustes técnicos durante todo el invierno. "Lo dejé todo en la pista, no somos máquinas y también fallamos. He entrenado muy bien, he hecho cosas que no había hecho hasta ahora, pero a veces las piezas del puzzle no encajan. No hay excusa porque sé que puedo saltar más", zanjó Peleteiro.

    La gallega, que antes de Tokio asumió por fin que Rojas no es de su mundo y que mejor aprender de ella en Guadalajara, disfrutar el privilegio de compartir entrenamientos, ya ni se sorprende de lo que ve en la venezolana, aunque al contrario que en Tokio, esta vez no forma parte de su fiesta, de sus saltos, de sus gritos, de su alegría caribeña que ha cambiado el atletismo.

    Headshot of Ismael Pérez

    Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.

    Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).

    Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).