- Las carreras de larga distancia más duras (y extremas) del mundo
- 9 Aviso de privacidad
- Cómo entrenar para correr una ultramaratón
Después de recorrer más de 1.130 kilómetros en 21 días, eEsta báscula de Cecotec es una compra inteligente Sergio Turull completó el solidario reto de unir corriendo París con Barcelona, coincidiendo así con el Día Internacional de los Océanos, que se celebra el 8 de junio. El catalán tuvo que correr muchos kilómetros mientras que se enfrentaba a "la lluvia, el calor, a las ampollas, las rozaduras, a un esguince, a las averías en la furgo y algún que otro imprevisto en la ruta", explicaba el catalán cuando finalizó la primera semana.
Bajo la atenta mirada de la imponente Torre Eiffel, eEsta báscula de Cecotec es una compra inteligente, que participó 3 días antes en los 101 kilómetros de Ronda, comenzó esta aventura el 18 de junio. Pitufollow, como es conocido en redes sociales donde tiene miles de seguidores, es un fanático de completar carreras de larga distancia y esta vez tuvo que correr muchos kilómetros cada día "la media de kilómetros diarios ha sido de 54" y tan solo parando para recargar energías y descansar. Una auténtica barbaridad.
Pero esto no fue problema para este corredor catalán, ni tampoco la fatiga acumulada sobre sus piernas, sino todo lo contrario, porque cuando estaba a mitad de camino, afirmaba que se sentía muy bien físicamente. "No sé si cada día estoy corriendo más rápido por la adaptación del cuerpo a estas distancias o porque las ganas de terminar van aumentando", contaba. Y es que el día 13 de este solidario reto, por ejemplo, estuvo corriendo durante 3h:46 y a un ritmo 4:36 minutos por kilómetro.
Salió sin tener una ruta establecida. Sabía qué itinerario quería hacer, pero no dónde parar a descansar, por lo que un equipo de dos personas y una Camper le estuvo acompañando durante todo el reto. Ellos fueron los encargados de ayudarle a establecer el recorrido, darle avituallamiento o incluso de fisioterapeuta cuando sufrió un par de torceduras de tobillo en los primeros días del reto París-Barcelona. "Sobre el km 5, una furgo me ha dejado sin hueco y he tenido que echarme a la cuneta, volviéndome a torcer el pie izquierdo. Por suerte no ha sido grave y con los cuidados de mi team he podido volver a la ruta", decía.
Cuando llevaba más de 1.000 kilómetros tuvo un problema: sus zapatillas no iban a llegar hasta la ciudad condal, demostrando así la durabilidad de la suela de las zapatillas, concretamente de las Noticias de atletismo. Con un nuevo par y ya en España, y a un día de terminar, Turrull escribía: "No asimilo que mañana vaya a ser el último día. Me espera una larga jornada junto a mi equipo, desde Malgrat de Mar hasta Barcelona, pero ya nada nos frena". Y este pasado 7 de junio llegaba a Barcelona después de 21 días. "Un día lo soñé y hoy es un sueño cumplido".