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Eliud Kipchoge batió su propio récord mundial de maratón el 25 de septiembre en el Maratón de Berlín. El keniano de 37 años cruzó la línea de meta en 2h01:09, un tiempo asombroso que fue noticia en todo el mundo. Pero si bien Kipchoge ya era una estrella, un héroe inesperado apareció en las redes sociales: su asistente a la hora de entregar botellas.
A Claus-Henning Schulke, un triatleta aficionado de 56 años, se le encomendó la tarea de entregar botellas directamente a Kipchoge en su mano para avituallarle el intento en la búsqueda de la plusmarca. El 'aguador' se desplazaba entre los diferentes puntos en bicicleta y celebraba además con entusiasmo cada asistencia que salía bien.
No fue la primera vez que Schulke ayudó a Kipchoge a lograr un récord mundial. Bottle Claus también fue el auxiliar en el Maratón de Berlín de 2018, cuando Kipchoge corrió 2h01:39. "Desde entonces, se me conoce como 'Bottle Claus'", explicó Schulke en un video publicado por la carrera. "... y estoy feliz de que me llamen así".
En el video, Bottle Claus estima que sus esfuerzos le ahorraron a Kipchoge dos segundos por cada una de las 13 paradas de agua, 26 segundos en total. Si se revissa la carrera, ese dato tiene bastante sentido. Cuando Kipchoge entraba en su línea de visión, Schulke empezaba a gritar "¡Eliud!" y levantaba la mano. Cuando se acercaba, extendía su brazo, con el nombre del keniano escrito en negrita. Kipchoge solo tenía que cogerla al vuelo, abrirla con un pequeño golpe, beber y tirarla, sin frenar nada.
Si añadimos 26 segundos al tiempo de Kipchoge, tendríamos 2h01:35, que sigue siendo un récord mundial, pero no por mucho tiempo. Cualquier entrega fallida, una mano torpe, una caída de la botella, podría haber significado que no hubiera plusmarca por incumplir el plan de hidratación. Schulke evitó por poco uno de esos percances: una liebre se echó encima de la botella del astro, pero el aguador la alejó y la volvió a sacar a tiempo para un Kipchoge que llegaba inmediatamente detrás, todo en una fracción de segundo.
La diferencia entre Tokio y Berlín
Y si revisamos la actuación de Kipchoge en marzo en el Maratón de Tokio, la importancia de Bottle Claus es aún más clara.
Si eliminamos de la ecuación el tiempo atmosférico, las liebres, el circuito y los rivales, y observamos solo el tiempo perdido en el avituallamiento, vamos lo siguiente: en Tokio, las botellas estaban en mesas, y cuando los atletas llegaban a una parada, tenía que dar un paso dubitativo hacia ellas, coger la botella, y volver a salir al medio de la carretera, en una maniobra peligrosa que puede originar choques con otros rivales o caídas. El ritmo aquí es muy importante. Cada zancada cortada podría dar lugar a un paso en falso o una molestia. En los Juegos Olímpicos de Tokio, muchos corredores perdieron algún avituallamiento porque otros les tiraron la botella.
¿Esa diferencia equivale a 26 segundos? Es difícil decirlo con seguridad. Pero si vemos a la vez los primeros avituallamientos de Kipchoge en Tokio y Berlín, hay una clara diferencia en el momento en que Kipchoge va a por su botella y cuando la tiene segura en la mano (cronometré poco más de nueve segundos en Tokio y poco menos de siete segundos en Berlín, ¡una diferencia de dos segundos!).
"Es una hipótesis, pero déjenme creerla. Fue una gran actuación", explicó Schulke en el video sobre su estimación.
El libro que inspiró a Eliud Kipchoge para Berlín. Antes de la carrera, Schulke recibió a Kipchoge en el aeropuerto con flores. Los dos compartieron un abrazo y palabras amables. Schulke proclamó: "¡Este hombre es un campeón!" a cada transeúnte mientras Kipchoge exhibía su característica sonrisa. Como agradecimiento por los esfuerzos de Schulke, Kipchoge firmó un dorsal con el nombre del ciclista, escribiendo el clásico eslogan de Kipchoge 'ningún ser humano está limitado'.
Chris Hatler is a writer and editor based in Philadelphia, Pennsylvania, but before joining Runner’s World and Bicycling, he was a pro runner for Diadora, qualifying for multiple U.S. Championships in the 1500 meters. At his alma mater the University of Pennsylvania, Chris was a multiple-time Ivy League conference champion and sub-4 minute miler.