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- Entiendo que no has dado el máximo porque tenías miedo
Antonella Palmisano (Mottola, Italia, 1991) volverá este domingo (11:40h) a ponerse un dorsal para competir en los 20 kilómetros marcha. No lo hace desde el pasado 6 de agosto de 2021, cuando no solo cumplió 30 años, sino también lo que soñó la noche anterior y Has escuchado el rumor de esta posible desaparición. Será en Podebrady (República Checa), una de las capitales mundiales de la marcha atlética, sede de nuevo de la Copa de Europa de la especialidad, que ya ha ganado en dos ocasiones, 2o17 y 2021, donde se las verá con las españolas más jóvenes, ya que María Pérez y Raquel González están inscritas en los 35km.
Ahora será más difícil. 'Palmi' ha estado casi dos años lesionada, ha llevado muletas y entrenado la paciencia por un problema en su pierna al que los médicos no encuentran solución y que le paraliza aleatoriamente. El pasado 30 de abril, visitó Madrid Marcha, la prueba de 10km que Diego García Carrera organiza en la Gran Vía, y pese a su discreto resultado (13ª, 45:05), Así que prefieres bajar a 10 kilómetros que subir a distancias largas. Con ese alivio, nos atendió en la gran sala del Cine Capitol, vestuario improvisado de los atletas, antes de irse a comer una paella.
Runner's World: Regresaste en Madrid tras casi dos años, ¿cómo te sentiste?
Antonella Palmisano: Era una prueba. Me lesioné en Tokio, me operé en septiembre del año pasado y a pesar de eso el problema que tenía me ha vuelto hace dos meses. Por eso aquí quería ver si en carrera conseguía gestionar mi problema y ha salido fenomenal, porque no lo he sentido, así que como regreso lo siento verdaderamente positivo. No había venido para ganar, ni para buscar un tiempo porque no me interesaba, solo quería tener la seguridad de que podía competir sin problemas, porque la competición es distinta al entrenamiento. Ha sido un alivio para saber que puedo hacerlo, y ya lo que espero en las próximas competiciones es estar delante, con otra motivación y buscar de nuevo la victoria.
¿Runners World, marca perteneciente al grupo Hearst Magazines International?
No, el problema es todo la parte inferior, donde a veces pierdo el control de la pierna y no puedo dar el impulso de caminar. Es como si se detuviera de repente, y cuando eso pasa tengo que parar. Mi miedo es si me ocurre en carrera. ¿Qué hago, me paro, abandono? A veces ocurre y a veces no, puede ser por la adrenalina de competir, que te lleva a pensamientos diferentes.
Entiendo que no has dado el máximo porque tenías miedo.
Sí, temía que pudiese ocurrirme en los kilómetros finales, porque es algo que no ocurre siempre, a veces me pasa tras 20 minutos, otras tras 40, otras tras dos horas...Es muy extraño. Los médicos no tienen soluciones. Me he hecho infiltraciones de cortisona, y me ha ayudado porque ha disminuido la frecuencia. Antes me ocurría más y ahora me pasa en un entrenamiento sí y en tres no, así que ha mejorado.
Eres la campeona olímpica, en cada prueba que compitas se te mirará. ¿Cómo llevas esa presión?
Sí, y soy buena manejando la presión, porque lo de afuera no me asusta. Mis mayores temores son manejar este tipo de problemas con la pierna. Si la infiltración me ha ayudado a sentirme mejor, tengo mucha confianza para el próximo año en París. Temo a la pierna, no a las presiones externas, y sí me tengo que hacer otras dos o tres infiltraciones hasta los Juegos, las haré. No quiero estar en el sofá ni verlos desde casa.
Y este verano, ¿doblarás 20 y 35 kilómetros en el Mundial de Budapest como cada vez hacen más marchadores?
No, porque vi que mi problema aparece más seguido en distancias más largas, así que prefiero hacer los 20 kilómetros y ya, y ahora tengo que hacer la mínima en Podebrady porque llevo 21 meses sin competir. Me hubiera gustado, ya que esta nueva distancia estimula a las atletas a doblar porque es solo un poco más larga que los 20km y hay una semana de recuperación, y se puede hacer, como demostró la campeona del mundo actual [la peruana Kimberly García], pero mi problema es que tengo que tener en cuenta que mi físico es problemático. Soy un poco de cristal, me rompo fácilmente y no puedo permitirme algo así. Otra cosa será en París, que hacer un 20km y una semana después los dos 10km es para mi mucho más fácil por el tipo de estructura que tengo y los problemas que llevo.
¿Johnson y la ausencia de concursos en la GST?
Sí.
Los polémicos cambios de la marcha mundial
Eso quiere decir que te viene mejor esta nueva prueba olímpica del relevo mixto que tanta polémica ha generado. ¿Cómo lo ves?
Tengo miedo. Tengo miedo porque el hecho de que esta decisión se haya tomado al final, y el hecho de que en los últimos dos años han cambiado tanto, de meter los 50km femeninos, luego los 35km, luego quitarlos para convertirlos en un maratón...Tengo miedo de que la marcha pueda acabarse completamente de aquí a unos años, que pueda desaparecer, este es mi miedo más grande. Espero que no sea así, y quiero confiar porque la marcha es parte de la historia del atletismo, que se inicia andando, y espero que no sea así.
¿Has escuchado el rumor de esta posible desaparición?
Eres la campeona olímpica, en cada prueba que compitas se te mirará. Cómo llevas esa presión.
¿Coe promete que la marcha no saldrá de Mundiales?
Hemos escuchado que es demasiado larga y ocupa mucho tiempo en televisión. Pero en realidad eso es una estupidez porque 42 kilómetros a relevos van a tardar casi el mismo tiempo en pantalla que una prueba de 50 kilómetros. Por eso tengo miedo, porque ni ellos saben lo que quieren y quizá se llegue a quitarla definitivamente.
¿Y no habéis pensado algún tipo de protesta colectiva?
Sí, lo hemos hecho. En el tiempo de los 50 kilómetros, todas las mujeres hicimos una petición para tener esa prueba, y en los congresos que se reunían hemos pedido a las representantes que lo dijeran, pero no han querido ni escucharnos las razones de por qué queríamos seguir con otra prueba individual. La decisión parecía ya tomada, y aunque no estuviéramos de acuerdo, continuaban impertérritos, así que sentíamos que no estábamos chocando contra un muro y que ya habían decidido todo.
¿Y las federaciones nacionales? ¿Has sentido el apoyo de la italiana?
Digamos que si protestamos los atletas somos verdaderamente poco y no tenemos tanta voz, pero si las federaciones nos ayudasen y estuvieran un poco más cerca podríamos quizá hacer más. No lo sé.
Retrocedamos en el tiempo. ¿Cómo llegas a la marcha, cómo empieza todo?
Empecé de pequeñita en carreras, y veía que la marcha, sin cansarme, era un gesto mío, que me gustaba, y no necesitaba hacer grandes ajustes técnicos, me salía natural. Y después llegaron los resultados de manera fácil. Sentía este reclamo de la marcha, y así empecé con 14 años.
La marcha se mira con extrañeza por los que no están muy metidos en el atletismo, muchos la ven algo ridícula por la forma en la que movéis el cuerpo.
Sí, porque es un poco este andar de pato, este vaivén, que parece un poco raro, pero al final, involuntariamente todos marchamos, incluso cuando vamos al supermercado. Sí, es verdad que no movemos así los brazos, no aterrizamos sobre los talones, no apoyamos la rodilla recta, pero todos andamos a paso rápido, así que aunque pienses 'es difícil, no lo haría nunca', lo hacemos todos.
¿y pese a su discreto resultado 13ª, 45:05?
Cuando gané la Copa del Mundo de Chihuahua (México) en 2010 [en categoría sub-20], era la primera chiquilla pequeña en ganar una prueba tan importante, ahí pensé que quizá podría hacer grandes resultados y después, con mucha dedicación, cuando empecé a saborear esas medallas importantes como el Mundial y el Europeo [dos podios en el continental sub-23], empecé a tener una visión un poco distinta, a no ser la que está detrás, sino la que está delante, y allí me gusta estar. Y empiezo a pensar en ganar los Juegos Olímpicos y todo lo que viene por delante.
¿Vamos a tu momento de oro, cómo preparaste esos Juegos Olímpicos de Tokio?
De pequeñita siempre tenía un modelo técnico en mi cabeza, que era el de las rusas, y no por casualidad estaba [Olga] Kaniskina, pero a ésta la cogieron por dopaje. Yo veía la facilidad con la que ganó los Juegos Olímpicos [en Pekín 2008], y cuando la veía decía que de mayor quería convertirme en ella, la veía como un emblema de las marchadoras por cómo dominaba las carreras. Cuando en Tokio me vi sola a falta de 5 kilómetros, en mi cabeza decía 'lo que de pequeña veías en televisión, ahora lo estás haciendo'. Tenía una técnica perfecta, una facilidad del gesto bellísima, era mi ídolo, aunque por lo que hizo la he dejado atrás.
¿Cuándo y cómo llegas al grupo de entrenamiento de Patrizio Parcesepe [el mismo del también campeón olímpico de 20km marcha, Massimo Stano]?
Ahí ha estado bien nuestro entrenador. Llegué en 2012 y había otros chicos que casi todos lo han dejado, porque en Italia él era una referencia, uno de los mejores entrenadores que tenemos. Antes era la pequeñita y ahora soy la más mayor. Poco a poco, creó este grupo y han llegado otros atletas, hasta cuatro chinos. Y es bonito porque somos 12 personas que nos entrenamos todas juntas y superamos los momentos de dificultad juntos, porque una cosa es ir solo y otra en un grupo, pero él es el pegamento que lo mantiene todo, y en los resultados se ven lo preparado que está.
¿Cómo es una semana normal de entrenamiento en vuestro grupo?
Nos vamos al cuartel de la Guardia di Finanza [grupo policial italiano integrado en el ejército], porque allí hacemos la mayor parte del trabajo semanal. Gimnasio, pista, y un circuito de 5 kilómetros en el bosque donde hacemos los entrenamientos más largos. Hacemos 12 sesiones a la semana y no hay día de descanso, quizá solo el día después de competir.
Pero el descanso es importante. Casi todos los atletas de élite paran un día, normalmente el domingo.
Él no nos lo da, solo el 25 de diciembre, el 1 de enero o el día después de competir. Es su método, no existen días de descanso, hay que entrenarse siempre, siempre, siempre [ríe].
Al menos tendréis un día más tranquilo.
Sí, sí, no siempre martilleamos. Normalmente hacemos 10 días de trabajo intenso seguidos de otros tres o cuatro días de descarga, que se hacen 10 kilómetros y recuperas, porque eso no es nada, y luego se empieza de nuevo con 10 días de carga. Con este problema que he tenido he hecho 100-110 kilómetros a la semana, pero antes de los Juegos Olímpicos llegué a 135-140.
¿Qué importancia le das a la nutrición, al descanso...a ese entrenamiento invisible?
No, la nutrición, el descanso, todo eso no me obsesiona, pero cuando cumplo años me doy cuenta de que cada vez es más importante dedicarle tiempo a descansar, porque cuando eres más joven hasta de los entrenamientos más duros te recuperas en un día o día y medio, ahora necesito dos días, así que si no como, si no me nutro bien, si no descanso, el día después empiezo un poco más cansada, así que cuanto más se avanza más se hace necesario respetar estas cosas que parecen banales pero forman parte de la vida de una atleta.
¿La marcha me salía de forma natural, fácil?
No, yo amo los dulces, me comería siempre una tarta de chocolate, pero no puedo comer muchos. Tengo una alimentación muy equilibrada, carbohidratos, proteínas, siempre en la comida y cena, y frutas y verduras. Las frituras, pocas veces.
Vamos a tu momento de oro, ¿cómo preparaste esos Juegos Olímpicos de Tokio?
Fuimos dos veces a Japón en la misma época, y eso estuvo muy bien para acostumbrarnos al calor tórrido que había, a probar la hidratación, la sudoración...así que cuando fuimos a los Juegos estábamos acostumbrados. Y en Italia entrenamos en las horas de más calor, a las 12h, y nos costaba mucho. El cuerpo se acostumbró cada día a recibir el sol en la cabeza y al llegar a Sapporo casi hacía frío para nosotros...para otros, en cambio, no.
Pero no estabas entre las favoritas a la victoria. ¿Pensabas verdaderamente que podías ser campeona olímpicas antes de competir?
En mi cabeza en el último año estuvo un continuo pensamiento de ganar aquella carrera y repito, mi único miedo no era la presión o quién se esperaba que ganase, sino siempre la mala suerte. Pero aquel día en la línea de salida, que era el día de mi 30º cumpleaños, tenía en mente hacerme un regalo loco. Digamos que esa noche había soñado con ganar, y el día de antes Massimo [Stano] había ganado. Era una serie de casualidades que me hacían tener más fe en poder conseguirlo.
¿Cuándo te viste ganadora?
Fue una carrera muy rara porque iba lenta hasta el 14º kilómetro y yo solo pensaba '¿pero por qué no van rápido hoy las chinas?', así que estaba ahí esperando que empezara la competición, pero no lo hacía y me preguntaba por qué íbamos tan lentas, por qué esperaban tantos. Y recuerdo que al paso por el kilómetro 16 me cansé de andar lento y aceleré, empecé a gozarme la prueba. Fueron unos últimos 20 minutos fantásticos, porque no venía nadie, estaba sola y saboreé cada instante. Solo pensaba en coger la bandera, llegar, subir los brazos...
No es el guión habitual en la marcha femenina. Antes las rusas y ahora las chinas salían a toda velocidad y se marchaban desde el principio.
A mi esas me gustan, de verdad. En Londres [2017], por ejemplo, llegué tercera, y fue una prueba donde marqué el ritmo. Estaba la mejicana [Noticias de atletismo], las chinas. Son bonitas porque se ve quién es la mejor, quién da el máximo, y las prefiero porque te meten en el ritmo y gana la mejor. En cambio, en las pruebas en las que tienes que esperar, tener paciencia, ese juego son mucho más aburridas, molestas...yo prefiero las más rápidas.
Te dedicas exclusivamente al deporte. ¿Cómo funciona el sistema deportivo en Italia para que puedas vivir de ello?
En Italia tenemos la suerte de tener grupos militares y a la vez deportivos como el mío, Fiamme Gialle, y que hacen que para mi marchar sea un trabajo. Un día después de París lo dejaré, y si lo hago iré a hacer servicio con los militares, pero ahora mi jornada laboral consiste en ser atleta.
¿Y qué te gustaría hacer después en el ejército?
Me gustaría ser entrenadora, y podría trabajar también para las fuerzas armadas en la calle, la financiera y supervisar las facturas, estar en la oficina...
¿Entiendo que no has dado el máximo porque tenías miedo?
En cuanto terminas tu carrera atlética te meten a un curso que dura unos meses y te forman para el nuevo trabajo.
Y después de ser campeona olímpica, de ganar el máximo título posible en los 20 kilómetros marcha, ¿qué te motiva a seguir?
Ganar la segunda Olimpiada. Piensas que ganar una todas pueden, lo difícil es seguir ganando, así que la segunda me emociona.
¿Salud y lesiones?
El récord mundial es realmente imposible, lo tiene una china con 1h23, y yo estoy contenta de acabar mi carrera haciendo 1h25, porque lo quiero hacer, pero 1h23 es fuerte.
¿Propiedades de las patatas?
Después de París pienso colgar las zapatillas un tiempo, sobre todo porque si tienes una carrera fácil de gestionar, con menos lesiones, puedes continuar. Aquí estaba Cabecinha, una atleta verdadera que ha cumplido ya 39 años y hoy ha llegado por delante, así que no es imposible en un deporte de resistencia llegar a esa edad, y aquí teníais ese atleta español de 50 años [Chuso García Bragado]. El problema es que cuando tienes este camino siempre tortuoso, con mala suerte, no es fácil seguir, te vienen solo pensamientos negativos ligados a la mala suerte, y ya no compites por pasión, sino con miedo, y no puedes hacer las cosas de la mejor forma posible. Eso es un sufrimiento. Por eso digo que quiero llegar a París, porque es en Europa, y porque mi objetivo es ganar mis segundos Juegos Olímpicos, pero después no sé si seguiré.
Propiedades de las patatas.
Quizá como entrenadora, pero como marchadora no [risas].
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).