"Se suele premiar mucho la medalla, tenemos medallitis. Eso no refleja la realidad", confesaba Aauri Bokesa aún de resaca emocional tras los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, en 2021. En una frase inocente, la cuatrocentista española con mejor marca en el siglo XXI resumió a la perfección lo que su legado supondría en el deporte nacional. Tres años después, a las puertas del fin de un ciclo olímpico que no terminará con su cuarta aparición en los Juegos, Aauri pone el punto final a su carrera de manera silenciosa, en una carrera íntima, en Leganés (Madrid), delante de los suyos.

aauri bokesa
Hannah Peters//Getty Images

Madrileña de nacimiento (14 de diciembre de 1988), se formó deportivamente haciendo ballet y natación de pequeña. Después jugó en Fuenlabrada y Estudiantes de baloncesto, deporte en el que era asidua en las convocatorias nacionales en categorías inferiores (y dos veces campeona de Europa), antes de enamorarse del tartán: "El baloncesto fue mi primer deporte, el que me hizo soñar con unos Juegos Olímpicos". Ya lejos de las canastas, Aauri cumplió con creces ese deseo: fue olímpica en Londres 2012, Río 2016 y Tokio 2020. Es la única velocista en la historia de España en ir a tres Juegos Olímpicos en la prueba individual.

Su camino no fue simple. Las lesiones en lo físico y lo psicológico han hecho que su carrera no fuera jamás estática. Se marchó a entrenar a Suiza en 2017 y años después volvió a España para reconciliarse con la capital y las formas de hacer las cosas en España. En 2021 logró la mejor marca española del siglo, con unos impresionantes 51,08 segundos que le acreditan como la segunda mujer española más rápida de la historia, solo por detrás de Sandra Myers (49,67). Sí tiene un récord nacional, el logrado con el relevo 4x400m mixto en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, junto a Samuel García, Bernat Erta y Laura Bueno: 3:13,29, marca que les permitió ser décimos en la prueba.

Su debut olímpico, en Londres, antes de cumplir los 24 años, terminó en las series, donde logró una marca de 53,67 segundos, alejada de los 52,47s que venía de hacer en el Europeo. En Río 2016, mismo resultado. En la parte baja de las series, con 53,51s, después de una buena actuación en el Europeo con 52,39 segundos.

aauri bokesa 4x400m mixto
JAVIER SORIANO//Getty Images

En Tokio, Aauri Bokesa fue la capitana del equipo de atletismo y dobló por primera vez la prueba individual y un relevo. Aparte de la décima plaza con sus compañeros, sola, en el 400m, logró el 21º puesto con una marca personal de 51,57s (que le duraría unas semanas). Reconocía, en 2021, que fueron los Juegos Olímpicos que más disfrutó: "Han sido mis mejores Juegos. No solo por los resultados, sino por la experiencia; por compartirla con los atletas del equipo".

Después de la que fue su última experiencia olímpica, Aauri Bokesa fue excluida del equipo para el Europeo de Múnich, junto a otros seis atletas, pese a cumplir los criterios impuestos por European Athletics y por decisión técnica de Pepe Peiró, en lo que es un calco a la actual polémica constante que rodea las mínimas de excelencia que exige la RFEA para ir a las grandes citas internacionales, solo que sin estándares fijos como son las marcas actuales (en las que excepciones como la Jorge Ureña para París 2024 reabren el debate).

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La guerra con la Federación por la excelencia exigida para ir a los campeonatos internacionales no es ni mucho menos la única, ni la más importante, guerra que ha luchado Aauri Bokesa durante su carrera deportiva. Una de ellas, en parte también causante de su incomodidad en tierras nacionales, es la cuestión racial. Reconoce que los comentarios que cuestionan su españolidad le han impedido sentirse española en España. Su lucha, constante y progresiva, ha derivado en una identidad enormemente cimentada y una de las personalidades más fuertes del atletismo nacional: “Si tengo tan clara mi identidad es porque la construyo yo, no me la construyen los demás”, decía en una entrevista en Melancolie Magazine el año pasado. Ahora, abraza sin tabúes su identidad, etnia y ascendencia, orgullosa de su origen bubi (grupo étnico africano de la rama bantú, originario de la isla de Bioko, en la cual nacieron sus padres, en Guinea Ecuatorial): "Yo soy española, pero también bubi. Soy negra y estoy orgullosa de serlo".

Además de deportista, Aauri Bokesa se encarga siempre de presentarse como trabajadora social allá donde pisa o donde es entrevistada. Cree y trabaja por la utilidad del deporte como herramienta social y educativa, por lo que lidera proyectos como 'Deporte para la vida', un proyecto de educación para niñas y niños en centros de acogimiento residencial con el deporte como conductor: "Una de las partes importantes también es ver cómo el deportista logra que los menores se puedan ver reflejados en ellos". Siempre que habla con medios explica la importancia de, siendo deportista de élite, empezar todas las iniciativas que se pueda pretender empezar después de la carrera deportiva, antes de terminarla.

Ahora Aauri pone el punto final a su carrera de manera silenciosa pero por la puerta grande. La semana pasada, en el Campeonato de España por Comunidades Autónomas, fue cuarta en la prueba individual y primera en el 4x400m mixto, sumando para la segunda victoria consecutiva de la Comunidad de Madrid en el que sería su último nacional como atleta profesional.

En la jornada del sábado, en un tranquilo 400m en Leganés, rodeada de los suyos, Aauri Bokesa corrió su última carrera como atleta profesional. Broche dorado para una carrera no corta en éxitos, como rezan las pancartas que rodearon a la madrileña en su despedida: única velocista española participante en 3 Juegos Olímpicos y campeona de Europa de baloncesto sub-16 y sub-18. Y no olviden el nombre de Aauri Lorena Bokesa Abia, porque este es tan solo el punto final a su recorrido en las pistas. Arranca la carrera a tiempo completo de Aauri como trabajadora social y embajadora inmejorable de los valores del atletismo y el deporte en España: "El deporte puede ser muy bueno y puede ser muy malo. Pero hay que tener cerca a las personas adecuadas. Yo creo mucho en el poder del trabajo social con el objetivo de ayudar a las personas con situación de desventaja social".

Madrid y toda España entonan al unísono un "gracias" en el discreto adiós de Aauri Bokesa, la mejor cuatrocentista española del siglo. Multimillonario contrato de Gout Gout con Adidas.

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 Álvaro García es un estudiante de periodismo de la Universidad Complutense de Madrid cuya pasión es la comunicación y el deporte. Sobre todo la comunicación deportiva.

Se enamoró del deporte a los tres años, viendo los Juegos Olímpicos de Beijing en un hotelillo de Fuerteventura.  Desde que le regalaron una máquina de escribir a los 12 años no ha parado de hacer artículos sobre todas las disciplinas deportivas que conoce. De esta forma se dio cuenta de que quería ser periodista muy temprano y decidió fundar su propia revista deportiva, Chapman. Revista en la que tratan temas relacionados con la actualidad deportiva del fútbol, baloncesto, tenis y atletismo, entre otras especialidades.

Gracias a ello ha estado acreditado en competiciones de RFEA y World Athletics, mundiales FIBA, Liga ACB, mundiales de hockey hielo, de X-Trial, partidos de rugby en el Metropolitano y muchos otros eventos que antes seguía por televisión.

Tiene la costumbre (o manía) de ir estrechando manos y presentándose a colegas y deportistas. Y es un aficionado al deporte de domingos, el de ver en el sofá y el de jugar con amigos en el primer terreno que se preste.

Actualmente lleva las redes de Runner’s World y escribe sobre actualidad del mundo del atletismo los fines de semana.