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Álvaro Martín (Llerena, Badajoz, 1994) viajó del pueblo a la capital, y de ahí otra vez al pueblo, pero a otro, a casi 600 kilómetros de su casa, para entregarse a una vida monacal pero intensa, porque el extremeño es un hombre con muchas inquietudes, de las Ciencias Políticas y el Derecho a la defensa de sus compañeros atletas sin olvidar la más importante: el sueño de ser campeón olímpico de 20 kilómetros marcha en los Juegos Olímpicos de París 2024, y si puede ser, coronarlo con una segunda medalla en el nuevo maratón de relevo mixto.
Susana Rodríguez agranda su leyenda en triatlón doble campeón mundial en 20 y 35 kilómetros el año pasado en Budapest, la guinda a una carrera en progresión que empezó muy joven, ya olímpico con solo 18 años en Londres 2012, y en la que se quedó con las ganas de subirse al podio olímpico hace tres años en Tokio, cuando solo 18 segundos le separaron de las medallas. Y sabe que quizá es la última oportunidad, y que pese a la longevidad de los marchadores –ahí estuvo el indestructible Jesús Ángel García Bragado– con 34 años quizá no tenga la motivación para estar en Los Ángeles.
Martín es un hombre sereno pero inquieto, reflexivo, y siempre dispuesto a hablar de lo que haga falta, pero esta vez vamos a centrarnos en su sueño olímpico.
Runner's World: ¿Cómo se viven las últimos meses antes de los Juegos Olímpicos?
Álvaro Martín: Bueno, estos últimos meses de preparación para Juegos Olímpicos, después de hacer la competición más importante, que era el Mundial por equipos de Turquía, estamos centrados en el objetivo principal. Tenemos muchas ganas, pero tampoco nos volvemos locos de que llegue ese día, simplemente disfrutamos y sabemos que queda la parte más guay, que es afinar para los Juegos.
¿Cómo es un día normal en tu vida de deportista?
Me suelo levantar sobre las 7:30h para el primer entrenamiento, que es el principal por la mañana, y lo empiezo sobre las 9:30h, y acabo sobre las 13h. Dicho esto, vuelvo a casa, me hago la comida e intento echarme una siesta de 25 minutos, que es lo que manda la NASA y dicen que funciona. Después de esa pequeña siesta intento estudiar, porque todavía lo intento aunque ahora no esté ahora matriculado en ninguna carrera. Sobre las 17:30-18h hago el segundo entrenamiento, que suele ser complementario del primero, hasta las 19:30h, que vuelvo a casa, ceno, intento estudiar otra vez y sobre las 23:30h me acuesto. Esto es un día típico, pero luego hay que incluir fisioterapia, nutricionista, psicólogo y las 10.000 cosas en las que estoy metido.
De eso te iba a hacer. ¿Cuánta gente más hace posible tu éxito?
Siempre se ve el resultado, se cuelga la medalla solo una persona, pero alrededor hay muchas otras. En este caso, la principal figura es el entrenador, que es José Antonio Carrillo, pero luego también está el fisioterapeuta, el readaptador, el nutricionista, el fisiólogo, el médico, el psicólogo deportivo...Y estos son con los que trabajo directamente. Luego hay otras personas que aparecen de manera eventual, pero todas están interconectadas con la figura principal que es el entrenador, el director de orquesta que tiene que dirigir a todos.
Son tres años para una prueba que se decide en menos de 1 hora y 20 minutos. ¿Cómo te preparas para jugártelo todo en un día?
Igual que hay una preparación física, también tiene que haber una preparación mental. Y o con los años no me pongo tan nervioso, estoy más preparado a ciertas situaciones que se puedan dar en competición, pero llevo trabajando desde el 2017 con el psicólogo deportivo Pablo del Río, y a nosotros nos importa también lo extradeportivo, ya sea en los medios, ya sea esa presión o responsabilidad, como prefiero llamarlo. Él me considera un deportista medallable, y por eso intentamos afrontar los Juegos Olímpicos como una competición más, quitarle ese halo especial que evidentemente tiene.
¿Qué significan para ti los Juegos Olímpicos?
Significan pues el sueño de todo deportista. Cuando empecé a hacer atletismo con nueve años, empiezas a soñar con estar. Yo, una vez cumplido, ya me siento bastante satisfecha. Ahora la medalla, más que un sueño es un objetivo, pero poder disputar tus primeros Juegos Olímpicos, que es lo que yo viví en Londres 2012, es algo inolvidable y que te marca. Entre unos Juegos Olímpicos y un Mundial absoluto no hay ninguna diferencia a nivel deportivo, pero todo lo extradeportivo hace que sea especial.
¿Cuál es tu primer recuerdo de los Juegos?
Me acuerdo de Atenas 2004 con 10 años, de que estaba Paquillo Fernández que consiguió la plata. Luego evidentemente se te cae todo un mito cuando le encontraron sustancias dopantes. Quizá con seis años vi Sídney 2000, pero no me acuerdo. Me hubiese gustado haber vivido los Juegos de Barcelona 92, pero por desgracia nací dos años más tarde. Me imagino que las nuevas generaciones no verán los Juegos a través de la televisión, sino que lo verán a través de una pantalla de teléfono o de un ordenador.
¿Soñabas entonces con ir alguna vez a los Juegos olímpicos?
No es algo que está en tu cabeza porque yo ahí estaba empezando a hacer atletismo, pero sí que es verdad que te daba envidia. Cuando conseguí la clasificación en Londres 2012 ya no me sentía orgulloso solo yo, sino toda mi familia, incluso tíos, primos míos, con los que no tengo contacto regular y se sentían súper orgullosos de que alguien de su familia iba a asistir a los Juegos Olímpicos.
Nombre: Álvaro Martín
Edad: 30 (1994)
Lugar de nacimiento: Llerena (Badajoz)
Deporte: Atletismo
Prueba: 20km marcha y relevo de maratón mixto
Palmarés: Doble campeón mundial en 20 y 35 kilómetros marcha en 2023. Doble campeón de Europa en 20 kilómetros marcha en 2018 y 2022. 4º en los Juegos Olímpicos de Tokio 2022. Marca personal de 1h17:32.
Cuándo compite: Jueves 1 de agosto, 7:30h, 20 kilómetros marcha. Miércoles 7 de agosto, 7:30h, relevo de maratón mixto.
Sistema de competición: 'Carrera' uno contra otro en los 20 kilómetros, en el relevo compiten un hombre y una mujer y cada uno completa alternativamente un tramo de unos 10-11 kilómetros.
Principales rivales: Perseus Karlstrom (Suecia), Massimo Stano y Francesco Fortunato (Italia), Koki Ikeda y Ryo Hamanishi (Japón), Francesco Fortunato (Italia), Caio Bonfim (Brasil), Jun Zhang (China), Paul McGrath (España).
Son tus cuartos Juegos Olímpicos, debutaste en Londres con solo 18 años. ¿Qué recuerdas?
Debuté muy pronto en Londres 2012. Y cada edición de Juegos Olímpicos ha sido muy distinta del otro, también por aspiraciones y madurez. Si el Londres era mi debut, en Río de 2016 ya empezaba a aspirar algo más como se semifinalista [top 16], en Tokio podía ser finalista [top 8] o estar cerca de medalla. Cada vez es un paso por delante y evidentemente ahora asumo estos últimos Juegos con más veteranía, sabiendo que estoy en el mejor momento de forma de mi carrera deportiva y que a lo mejor es el último tren al que me puedo enganchar, porque en Los Ángeles 2028 ya no es una cuestión de la edad que tenga, sino de si los disputaré.
Tomaste una decisión arriesgada. Irte a vivir a Cieza, un pueblo de Murcia, para estar cerca de tu entrenador, José Antonio Carrillo. ¿Por qué?
Empecé a entrenar con José en 2018 y estaba entrenando aquí en Madrid a distancia con él. Y cuando llegó la pandemia en el 2020, en todos esos meses de confinamiento en el que a todos nos dio por pensar muchas cosas y replantearnos la vida, había dos caminos. Uno era dejar el atletismo profesional y terminar mi segunda carrera universitaria o apostar a muerte y entregarlo todo. Y para eso, tenía que dar un pequeño paso más y estar cerca de mi entrenador. Y me fui a Cieza después de 10 años viviendo en Madrid. No tenía las instalaciones que podía tener en un Centro de Alto Rendimiento como la Blume, pero teníamos nuestro minimicrocentro de alto rendimiento con todas las necesidades que necesitamos los marchadores. Estoy con un gran grupo, con Miguel Ángel López [campeón mundial en 2015], Iván López, Manuel Bermúdez. Creo que ha sido una apuesta acertada. Hice el camino inverso. La gente sale de los pueblos a las ciudades para triunfar y no al revés, de la ciudad al pueblo. Me siento orgulloso de haber tomado una decisión valiente, que está dando su fruto.
Karlstrom, Ikeda, Bonfim, Stano...¿Quién te da más miedo? ¿Cuál es el rival que se coge unos metros tienes que ir a por él sí o sí?
Creo que el rival más duro por regularidad es Perseus Karsltrom, el sueco, pero también quiero mencionar a los españoles, Paul McGrath también va a ser un gran rival a batir. Este año ha dado un puñetazo en la mesa y espero que pueda estar luchando los medallas, y Diego también dará que hablar. Dicho esto, a mí me da igual los rivales, yo voy a intentar hacer mi carrera, hacer la mejor preparación posible y yo compito para batirme a mí mismo y no para ganar a nadie
Hablando de los entrenamientos, ¿cuántos kilómetros entrenas a la semana y cómo has ido progresando en los últimos años?
Tampoco entrenamos una barbaridad de kilómetros semanales. Es verdad que con el 35 kilómetros el año pasado hacíamos más volumen que este año. En la pretemporada haces mucho más volumen, después estamos en una fase intermedia donde hacemos algo de volumen y luego afinamos y hacemos menos con más entrenamientos de calidad. En la media hago unos 140-150 kilómetros semanales, que no me parecen una barbaridad.
Y después de los 20 kilómetros, está el relevo mixto de marcha, una prueba nueva. ¿Cómo lo estáis preparando?
Hay una incertidumbre tremenda. No estamos muy contentos de la forma de proceder, con cómo se hizo el cambio de distancia. Sabemos que ningún país va a llegar preparado, y necesitamos tener una pequeña ventaja competitiva, porque ya que no vamos a estar 100% preparados, intentaremos estar lo mejor posible. Y aquí aparece el papel de la UCAM para echarnos una mano, y con ellos hemos hecho diferentes tests, sea para trabajar temas de calor y humedad. Nos está aportando muchísimos datos porque lo llamativo de esto es que el marchador y la marchadora tienen que hacer un descanso de unos 40 minutos y hay que saber cómo limpiar el lactato que se genera en la primera parte, controlar los niveles de glucosa, el líquido perdido, el peso perdido y hay que establecer un protocolo individualizado, porque cada marchador funciona de una manera.
La prueba está en los resultados obtenidos en Turquía [Álvaro Martín y Laura García-Caro ganaron el bronce y España clasificó los dos equipos], donde nosotros de una manera conservadora intentábamos clasificar los dos equipos y renunciar a las medallas individuales y aún siendo conservadores conseguimos una medalla y un 7º puesto. Todavía tenemos muchísimo margen de mejora y muchos compañeros de otros países nos preguntaban qué protocolo que estábamos aplicando, pero eso es secreto de estado y no podemos desvelárselo (risas), pero ellos estaban un poco verdes en ese sentido y nosotros teníamos bastante claro qué hacer.
Si yo te pongo un papel ahora y te digo firmas un bronce, ¿lo firmas?
No te firmaría un bronce, pero más que nada porque todavía tenemos que hacer toda esa preparación, afinar y no renuncio a nada. A lo mejor llega el día de la competición y, ojo, soy cuarto, como me pasó en Tokio. Pero si eso es todo para lo que me he preparado, estaría contento.
Aspiras a dos medallas, ¿firmas un oro y en la otra lo que sea?
Nada, no firmo nada. Para el Mundial de Budapest luchábamos por intentar conseguir una medalla, que si fuese de bronce la hubiésemos firmado, y se dio la circunstancia que fueron dos oros.
¿Y cómo estarías dispuesto a celebrar un oro?
Si gano el oro en 20km, tendría que concentrarme para el relevo mixto. Y después lo que me gustaría es poder celebrarlo a lo grande, pero no sería en París. Reservaría esa fiesta en mi tierra, en mi casa en Llerena, que no voy desde Navidad, sería el anfitrión e invitaría a mucha gente.
¿Superará España las 22 medallas de Barcelona 92?
El objetivo que nos están dando es que España pueda romper ese techo que se consiguió en Barcelona 92. Creo que tenemos serias opciones de poder hacerlo. Siempre hay una proyección, pero luego puede haber tanto sorpresas como decepciones. Creo que en estos Juegos Olímpicos, por estar tan cerca, por el nivel deportivo vamos a intentar romper ese techo o quedarnos muy cerca. No nos hemos quedado cerca de Barcelona 92 en las anteriores ediciones, o sea que si nos quedamos cerca también sería un éxito, pero vamos a intentar romper ese techo de cristal.
Entrevista: Ismael Pérez
Dirección: Jordi Martínez e Iván Iglesias
Fotografía: Ana Ruiz
Asistente de fotografía: Idoia Vitas
Grabación de vídeo: Diego Rueda
Edición de vídeo: Diego Arjona
Producción: Ismael Pérez y Joaquín Gasca
Maquillaje y peluquería: Tati Garú
Dirección de arte: Maria Jesús Bocanegra
Ismael Pérez es periodista experto en atletismo y deporte olímpico. Se enganchó en los Juegos Olímpicos en Atenas 2004 y desde entonces es feliz siguiendo competiciones desde la tribuna de prensa, hablando con los deportistas, siguiéndolos en las redes sociales y contando historias, aunque también saliendo con la bicicleta o saltando en un concierto.
Estudió la Licenciatura de Periodismo en la Universidad de Valladolid y tiene un Máster en Periodismo y Comunicación Digital en la EAE Business School de Madrid. Ha vivido en Turín y Roma y ha cubierto actualidad de todo tipo en El Norte de Castilla, El Mundo de Castilla y León, Televisión Castilla y León, Rome Reports y trabajado la comunicación corporativa en Burson Cohn & Wolfe. También ha escrito sobre grandes campeonatos de atletismo en Somos Olímpicos, Vavel o Foroatletismo y ha intervenido en la IAAF Global Running Conference en Lanzhou (China).
Con una trayectoria de más de una década en el oficio, lleva desde 2019 vinculado a Runner's World, Men's Health y Women's Health en Hearst Magazines y escribiendo sobre actualidad del atletismo de competición, carreras populares, triatlón, trail running, olimpismo aunque a veces también le ha tirado al ciclismo, la escalada, la vela, la natación, el tenis, el piragüismo, el judo, el snowboard…o cualquier cosa que tenga hueco en los Juegos Olímpicos (que no Olimpiadas).