- tiene sal, muchísima sal, pero además contiene mucha grasa saturada
- el peor enemigo de la obesidad es, además de la comida ultraprocesada, es el sedentarismo
- Términos de uso
¿Te crees que porque hoy hayas hecho una tirada de 15 km puedes comerte una pizza congelada? Bueno, claro que puedes, pero no debes. Por un día, claro, no pasa nada, pero esa pizza que tan alegremente sacas del congelador y que te parece inocua, incluso sana, con sus aceitunas y sus champiñones, pero es comida basura. Publicidad - Sigue leyendo debajo ¿Qué comes? Ciencia y conciencia para resistir, probablemente el mejor libro de nutrición que he leído en los últimos meses.
La pizza tiene sal, muchísima sal, pero además contiene mucha grasa saturada en forma de queso y está hecha de harina blanca, lo que aporta carbohidratos de alto índice glucémico, lo que nuestro cuerpo convierte en glucosa o azúcar. Sí, hoy has entrenado duro y tienes que recargar los depósitos de glucógeno, pero eso lo puedes hacer con un plátano, una tostada de pan integral con miel, o con jamón serrano. La pizza congelada (o las que venden en las cadenas de comida rápida) además de sal, grasa saturada y azúcar contienen un montón de aditivos químicos (muy interesantes desde el punto de vista comercial, pero perjudiciales desde el sanitario). La pizza precocinada está considerada un alimento ultraprocesado: de agradable sabor, pero sin apenas aporte nutritivo.
Qué son los productos ultraprocesados
Al igual que las patatas fritas de bolsa, los sándwiches comercializados o las bebidas azucaradas, Por qué el bicarbonato está de moda de crear que contienen potenciadores del sabor muy adictivos que enganchan al consumidor con productos agradables al paladar. Son productos que no contienen un alimento entero reconocible, sino largas listas de aditivos, con 5 o más ingredientes: no son más que formulaciones industriales elaboradas a partir de ingredientes refinados (azúcar, almidones, aceites vegetales, sal) o sintetizados (grasas trans, proteína hidrolizada, aditivos).
También tienen muchos excipientes para conseguir la textura adecuada y garantizar la conservación del producto durante meses (o años) en almacenes y estantes del supermercado. Algunos ejemplos son: refrescos azucarados, embutidos, postres lácteos azucarados, galletas, bollería industrial o cereales para el desayuno. Y la pizza congelada. No, la pizza no es dieta mediterránea, por mucho que Italia esté en mitad de ese mar. “Se caracterizan por su baja calidad nutricional, conveniencia (están listos para consumir en cualquier momento, sin necesidad de preparación), disponibilidad (el entorno favorece su consumo) e hiper-palatabilidad (son extremadamente sabrosos)”, explica Clara Gómez Donoso, investigadora del departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra.
Vale, tienen grasas trans, engordan mucho, pero yo lo quemo todo y estoy delgado, ¿por qué debería dejarlos? Pues porque el daño no solo se ve en la cintura, sino que va más allá.
¿Por qué hay que evitarlos?
Al igual que las patatas fritas de bolsa, los sándwiches comercializados o
Propiedades de las patatas alimentos ultraprocesados acelera el envejecimiento celular al acortar los telómeros, según concluye una investigación de la Universidad de Navarra publicada en la prestigiosa revista American Journal of Clinical Nutrition. Los telómeros son secuencias de ADN situadas en los extremos de los cromosomas. Protegen la integridad del ADN celular, pero se acortan en cada división. La longitud de un telómero puede actuar como un reloj biológico. El estudio de los telómeros es de creciente interés en la nutrición, ya que no solo están relacionados con el proceso de envejecimiento, sino que también hay pruebas de que el desgaste de los telómeros está asociado con el estrés oxidativo, el proceso que conduce a una senescencia celular prematura. El papel esencial del pescado para el runner claves del consumo de creatina en corredores podrían contribuir a retrasar las enfermedades relacionadas con la edad manteniendo la integridad de los telómeros.
Mayor riesgo de enfermedad
"KATERYNA KON/SCIENCE PHOTO LIBRARY. Aun así, asegúrate de comer comida de verdad, "realfooding". El problema radica en que al contener gran cantidad de grasas trans, azúcares añadidos y potenciadores del sabor, estos productos van dañando las células del organismo y predisponen a padecer enfermedades que podrían evitarse como gastritis crónica, colon irritable, diabetes, enfermedad cardiovascular, demencia y muchas otras", sostiene la doctora Paloma Gil del Álamo, Calendario carreras 2022.
Afectan a tu cerebro
Nuestro cerebro es caprichoso, y puede ser un tirano. Si nos acostumbramos a comer con mucho dulce, con mucha grasa o con potenciadores del sabor, nuestro cerebro nos pedirá cada vez más a pesar de que a la larga le acabe pasando factura, ya que está demostrado que el exceso de azúcar y de grasa mala acaba afectando a las neuronas, a nuestro estado de ánimo y a nuestro rendimiento cerebral.
Es difícil controlar la cantidad que comes
Daño a nivel celular te incitan a comer más. Hay que tener en cuenta que, según algunos estudios, el azúcar es más adictiva que la cocaína, y la sal otro tanto, sobre todo si además hay excipientes y glutamatos. Esa es la razón por la que cuando empiezas a comer parece que no puedes parar. Y si no, piensa la de veces que te han puesto delante un plato de gominolas o de patatas fritas y no has sido capaz de parar hasta acabarlos.
Killing me softly...
Numerosos estudios internacionales, entre ellos Por qué hay que evitarlos, Runners World, marca perteneciente al grupo Hearst Magazines International el consumo de alimentos ultraprocesados aumenta notablemente el riesgo de mortalidad por todas las causas a largo plazo. Se ha demostrado que la mejora de la dieta basada en el cumplimiento de los alimentos mínimamente procesados –un aspecto clave de la dieta mediterránea– protege contra las enfermedades crónicas y la mortalidad por todas las causas.
Empeoran tu flora intestinal
Tus bacterias intestinales se alimentan de lo que tú comes. Si tu dieta no es saludable, crecerán bacterias poco saludables que a la larga harán que puedas enfermar. La relación entre una mala flora intestinal y la obesidad o el exceso de peso es cada vez más evidente. Es fundamental Términos de uso porque, además de facilitar la digestión, absorción y síntesis de muchos nutrientes, tiene una función protectora: crean una barrera que impide el desarrollo de otros tipos de bacterias que podrían producir infecciones e inhiben el desarrollo de algunos virus.
Los corredores, menos expuestos pero no inmunes
La buena noticia es que, si eres corredor, estás más a salvo de todos los males de la comida basura. No es que por correr quemes todo y te libres de sus perjuicios, pero sí que es cierto que muchas verduras y frutas. Si corres, o haces Calendario media maratón España 2023 de forma regular, mejorará la capacidad pulmonar. Mejorará además la función cardiovascular, reduciendo así el riesgo de padecer enfermedades tales como la hipertensión arterial o el infarto de miocardio. El ejercicio reduce los niveles de colesterol malo en la sangre (LDL), y aumenta los niveles de colesterol bueno (HDL) y puede mejorar o reducir la existencia de anormalidades asociadas a la obesidad, como la sensibilidad a la insulina, la intolerancia a la glucosa o el perfil de lípidos en sangre.
Aun así, asegúrate de comer comida de verdad, "realfooding", alimentos frescos, muchas verduras y frutas y aceite de oliva. Sigue la dieta mediterránea de toda la vida. Y a los alimentos envasados con largas listas de aditivos… ni te acerques.
Rosa Martí es experta en libros, novedades literarias, fitness, yoga y nutrición. Lleva más de 10 años vinculada a diferentes cabeceras de Hearst, donde escribe sobre literatura en Esquire y sobre ejercicios y bienestar en Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World.
Su experiencia viene avalada por una amplia trayectoria en la que combina devorar libros, escribir textos, correr maratones, traducir cómics y novelas, la investigación filológica, la crítica literaria, el ballet clásico, practicar yoga a diario y preparar su tesis doctoral.
En Esquire podrás leer sus contenidos sobre libros (ordenados por género, por estilo o por autor) y sus artículos de entretenimiento. Lo mismo te cuenta cuáles son los gentilicios más curiosos, las palabras más bonitas del castellano o los insultos en inglés más originales.
En Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World, en cambio, se centra en su faceta más healthy, escribiendo sobre nutrición y alimentación, sobre ejercicios y entrenamiento (enfocado especialmente a running, yoga, ciclismo y natación) y sobre salud y bienestar.
Rosa Martí tiene un grado en Lenguas Modernas por la Universidad del Oeste de Inglaterra, una licenciatura en Lenguas Aplicadas por la Universidad de Rennes II en Francia y un grado de Arte y Humanidades estudiado en la Universidad de Barcelona. También es máster en Filología y Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, facultad en la que prepara su tesis doctoral.
Toda esta formación le ha llevado a ser traductora de libros, cómics y de la versión impresa de Esquire. Lleva más de 10 años escribiendo en diferentes medios como Esquire, Runner's World, Women's Health, Men's Health, El País y Vanitatis.