- Según un estudio, los problemas en la boca pueden afectar gravemente al rendimiento deportivo y provocar lesiones.
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¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Porque unos estudios relacionan la aparición de patologías bucales con lesiones deportivas y otros, por el contrario, establecen que es su práctica intensa la que puede llevar al desarrollo de erosión dental y caries. Lo cierto es que, en general, se considera que la salud dental liberar el estrés rendimiento deportivo.
Como muestra, un botón; un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores británicos (Ashley y col., 2015) revelaba la prevalencia de traumatismos entre el 14 y el 47% de los casos, la caries dental entre el 15 y el 75%, la erosión dental entre el 36 y 85% y la periodontitis en un 15% de los deportistas estudiados. Además, entre un 5 y un 18% reconocían que sus problemas de salud bucodental podían tener una influencia negativa en su rendimiento deportivo.
Y otro estudio publicado en The Scandinavia Journal of Medicine and Science in Sports demostraba que el ejercicio intenso, como el llevado a cabo por los deportistas que practican triatlón, puede provocar erosión dental y un mayor riesgo de caries. Vamos por partes.
¿Qué son las maloclusiones dentales?
Se producen cuando los dientes no salen donde y como deberían, lo que provoca que la arcada dental de arriba y la de abajo no engranen correctamente. “Esto crea un contacto anómalo con consecuencias a largo plazo. Es como andar con un tacón más alto que otro durante 20 años”, simplifica Ángel Alcaide, odontólogo y responsable de relaciones científicas en Oral-B.
Suele darse más en corredores con el paladar estrecho y los dientes algo salidos, y puede afectar a la respiración durante la carrera. “Limitan la entrada de aire por la nariz y obligan a respirar por la boca. Además, el simple hecho de respirar por la boca provoca irritación e inflamación de las encías”, según Rafael Naranjo, doctor en periodoncia e implantólogo. Aparte de que provocan alteraciones articulares en la mandíbula que pueden derivar en trastornos musculares en el cuello, los hombros y la espalda. “Los músculos en estas zonas tratan de compensarlo y al final se produce dolor de cabeza, rigidez en el cuello y posiciones forzadas”, aclara el doctor Alcaide.
Los expertos recomiendan realizarse un análisis oclusal. “Con una exploración física y la ayuda de escáneres intraorales con tecnología 3D se puede valorar si los contactos entre los dientes de arriba y de abajo siguen un patrón fisiológico natural correcto”, aconseja el doctor Naranjo. Y una vez detectados los fallos, se pueden corregir con ortodoncia, tipo brackets o de carácter invisible, para modificar la posición de los dientes.
“La corrección se realiza al cabo de 12 o 24 meses, según el grado de la maloclusión”, indica el doctor Alcaide. Y en los casos más graves es necesario recurrir a cirugía ortognática. Es decir, “una intervención quirúrgica en el hueso del maxilar para poder adelantar o retrasar la mandíbula”, aclara el doctor Naranjo.
¿Qué es el bruxismo?
No es ni más ni menos que el hábito inconsciente de hacer rechinar los dientes mientras dormimos para Calendario media maratón España 2023 y la ansiedad. “El que bruxa aprieta, y esto produce un desgaste de piezas dentarias, hipersensibilidad dental e incluso fracturas, además de tener una repercusión negativa en la articulación temporomandibular”, advierte Naranjo. ¿Y en qué puede afectar esto a tu rendimiento? En que también provoca dolores de cabeza y cuello, contracturas musculares en cuello, hombros y trapecios y un cansancio generalizado.
Se puede atajar con una férula transparente de resina acrílica rígida. “Su objetivo es el de desprogramar la posición de la mandíbula para que no tenga tanta capacidad de hacer fuerza. Mejor rígida que flexible. Lo idóneo es llevarla puesta mientras dormimos, y cuantas más horas mejor. “Si eres consciente de que aprietas los dientes mientras corres, algo común en los corredores de velocidad de corta distancia, también es conveniente ponérsela durante los entrenamientos”.
Problemas de masticación
Cuando masticas más por un lado de la boca que por el otro, estás produciendo una hipertonía por el lado que más utilizas, una sobrecarga a nivel muscular y articular. Como consecuencia, el peso del cuerpo termina apoyándose en el otro lateral y desencadenando lesiones. “En todo ese lateral del cuerpo los músculos van a estar más acortados y contraídos, porque todos los músculos del cuerpo están interrelacionados: los de la boca van insertados en las clavículas, el esternón, los omóplatos… Se trata de cadenas musculares”, explica Eider Unamuno, odontóloga especialista en posturología y odontología deportiva. Es decir, si masticas más por el lado izquierdo, los que sufren son tus músculos y articulaciones del derecho.
Esta descompensación se valora sobre una plataforma de estabilometría, donde el profesional puede ver cómo apoyas y cargas el peso, y realizando test posturales en la consulta del odontólogo. “Además, enseñamos a comer por los dos lados de la boca y practicamos un equilibrado oclusal, que consiste en rebajar sutilmente los dientes que no se han desgastado de forma fisiológica para devolver la simetría”, detalla la doctora Unamuno.
¿Qué son las caries?
Se trata de una infección bacteriana, más frecuente entre los corredores, debido al consumo de bebidas isotónicas, geles, zumos, batidos… ricos en azúcares. Además, el estrés al que algunos corredores están sometidos puede provocar una disminución del flujo salival, lo que termina traduciéndose en el desarrollo de caries. “Las bacterias de nuestra boca metabolizan estos azúcares y al hacerlo generan unos ácidos que desmineralizan los tejidos duros del diente”, describe el responsable de relaciones científicas de Oral-B.
Además, según Eider Unamuno, el cuerpo es uno, y aunque el problema aparece en una parte, termina afectando al resto. “Las bacterias pueden migrar desde la sangre a cualquier parte del cuerpo y alcanzar los tendones, articulaciones y músculos, llegando a producir una inflamación a distancia. Una caries puede estar detrás de un liberar el estrés”.
Para empezar, habría que consumir menos productos azucarados y, cuando lo hagamos, hidratarnos bien la boca con agua para que no se quede azúcar alojada en los dientes. Además ,“cepillarse la boca después de cada comida, mínimo dos veces al día, con un cepillo eléctrico de cabezal redondo, que es del que tenemos evidencia científica que arrastra la placa, y pastas de dientes que contengan principios activos fluorados, como el fluoruro de estaño, que ayuda a remineralizar los dientes y tiene actividad frente a las enfermedades de las encías y la halitosis”, recomienda Alcaide. Para que la higiene sea total, complementarla con seda dental o cepillos y acudir al dentista mínimo una vez al año, para revisar las caries y realizarnos una limpieza bucal profesional.
¿Qué son las erosiones dentales?
Es también un proceso de desmineralización del diente, pero no se produce por azúcares sino por ácidos. “El consumo de bebidas carbonatas, que contienen ácido carbónico, cítricos [naranja, limón, lima, fresas, arándanos], café solo o vino tinto, fundamentalmente, provoca una desmineralización y pérdida de esmalte”, aclara el periodoncista Naranjo. La consecuencia es una hipersensibilidad dental. “Es esa sensación tan desagradable que sufrimos cuando bebemos o comemos algo frío y que, en los corredores que respiran por la boca, se refleja en hipersensibilidad dental al correr con la boca abierta en invierno”.
Una vez que se ha producido no queda otra que acudir al dentista para que reponga el esmalte con resinas (carillas dentales de composite), pero lo importante aquí es la prevención. Es decir, llevar a cabo una higiene bucal correcta. En este caso suma enteros el uso de pasta de dientes con fluoruro de estaño: “Es el único principio activo que ha demostrado una alta eficacia en la prevención de la erosión ácida del esmalte”, asegura Alcaide.
Gingivitis y periodontitis
Ambas son infecciones de las encías por unas bacterias específicas: “La primera es el estado inicial de la patología, donde las encías se inflaman y sangran, y es totalmente reversible con tratamiento; y la segunda ya provoca pérdida de hueso alrededor del diente y, a veces, es irrecuperable y deja secuelas”, describe el doctor Naranjo. Como hemos dicho con las infecciones, el problema es que las bacterias viajan de la boca al torrente sanguíneo y entonces pueden afectar a tendones, articulaciones y músculos y producir dolor e inflamación a distancia.
De hecho, “recientemente se ha descubierto que estas patologías, si no se corrigen, provocan síndrome de sobreentrenamiento, Ocho maneras de evitar lesiones runners este año enfermedades cardiovasculares, afectar al control de la glucosa en diabéticos y al buen desarrollo de un embarazo”, advierte este experto.
Lo principal es realizar una higiene bucal muy estricta, porque este es el principal origen del problema. Después, es necesario someterse a una tartrectomía supra y subgingival, es decir a una limpieza en toda la extensión de la raíz del diente, no solo en la corona: “Con raspados y alisados radiculares se elimina el sarro y la placa de las encías”, detalla Naranjo. Y en los casos más graves es necesario recurrir a cirugía periodontal resectiva o regenerativa. “Abrir la encía para eliminar la bolsa donde se acumulan el sarro y las bacterias o recuperar las zonas del hueso perdidas”.
¿Qué es la pericoronaritis?
Las muelas del juicio suelen salir alrededor de los 20 años, pero, en ocasiones, no encuentran espacio para hacerlo, se quedan a medio camino y cubiertas por una encía que se inflama. “Limpiar alrededor de estas muelas es mucho más difícil y la encía, con el paso del tiempo, se carga de placa bacteriana y, sin previo aviso, se inflama, duele, protagoniza una infección severa y limita el rendimiento deportivo de una manera brutal”, según Alcaide. Para prevenirlo es fundamental que la higiene dental sea estricta y el problema se puede parchear tomando antibióticos durante una semana, pero lo más probable es que la inflamación vuelva a aparecer. Al final no queda otra que extraer las muelas del juicio.