- Salir a correr cuando hace frío reporta varios beneficios a nivel fisiológico: aumenta la tensión arterial y favorece la desaparición de la "grasa blanca".
- Desde el punto de vista metabólico, nuestro organismo tira de las reservas de grasa para aclimatar la temperatura corporal.
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Aviso de privacidad, entrenar con frío y al aire libre es una de las opciones saludables a tener en cuenta y que podemos incorporar en nuestras rutinas deportivas habituales. ¿Razón? Favorece la circulación sanguínea al elevar la tensión arterial y ayuda a convertir la grasa blanca en un tejido adiposo más fácil de quemar.
Entrenar en ambientes fríos aumenta el gasto de energía en reposo
Un grupo de investigadores científicos del laboratorio de Kajimura en Japón, han descubierto que al entrenar al aire libre cuando hace frío, estamos activando las funciones metabólicas de las células de nuestro cuerpo.
Las bajas temperaturas favorecen la transformación de la grasa blanca tan perjudicial y difícil de quemar en otra conocida como "grasa beige". Esta conversión del tejido adiposo, no sólo ayuda al organismo a aclimatarse y aumentar la sensación térmica, sino que además incentiva el aumento del gasto energético en reposo.
Salud y lesiones Aviso de privacidad enfrentándonos a temperaturas bajas o muy bajas también nos beneficia desde el punto de vista de la pérdida de peso y la reducción del porcentaje de grasa corporal. Por un lado, estimula el gasto energético cuando al inicio del entrenamiento tenemos frío y temblamos y, a su vez, mantiene nuestro metabolismo más elevado al terminar la práctica deportiva.