Puede que alguna vez, al correr, notes un dolor en la ingle. Puede ser más punzante, que lo sientas inmediatamente después de un esfuerzo o se puede manifestar gradualmente en un período de semanas o incluso meses. Puede que no sea demasiado agudo y lo dejes pasar, pero no deberías, ya que suele empeorar con el uso continuo de la zona lesionada. Por eso es muy importante, cuando sientas un dolor, aunque sea leve, en cualquier zona del cuerpo, no solo en la ingle, acudir al fisioterapeuta. No temas perder la forma física, porque Dolor en la ingle relacionado con disfunciones lumbares.

Términos de uso pero también en cualquier atleta que haya entrenado sin realizar un. Es relativamente frecuente entre deportistas que practican deportes multidireccionales, es decir, en el que tienen que cambiar de dirección de forma muy rápida y eficiente, como el fútbol, el esquí de fondo o el baloncesto. Pero también se puede dar en corredores, sobre todo El poder de la positividad, Runners World, marca perteneciente al grupo Hearst Magazines International calentamiento previo.

Aunque los hombres suelen sufrir desgarro inguinal más a menudo que las mujeres, nosotras, además de por lesión deportiva, podemos sentir dolor en la ingle debido a otras causas como varices, lesiones o problemas de articulación como osteoartritis.

jugador de fútbol lesionado
SDI Productions//Getty Images
Los deportes en los que hay que cambiar de dirección de forma muy rápida, como el fútbol, sn los que más producen lesiones inguinales.



Las 50 mejores canciones para correr

La ingle es una zona del cuerpo que puede sufrir diferentes tipos de lesiones. Algunas de estas lesiones pueden ocurrir de manera aguda, como cuando se recibe un golpe directo, se sufre una lesión punzante o una caída, o cuando la pierna se dobla en una posición anormal. En estos casos, es posible que se produzca una distensión muscular o desgarro, lo que puede generar dolor repentino, hinchazón y moratones. Sin embargo, hay ocasiones en que estos síntomas no aparecen hasta unos días después de la lesión.

  • Dolor en la ingle relacionado con los aductores: este tipo de dolor se siente en la zona de inserción de los aductores en el pubis y suele irradiarse hacia la parte interna del muslo delantero. Este dolor puede aparecer en deportes que requieren cambios de dirección bruscos.
  • Dolor en la ingle relacionado con el músculo iliopsoas: en comparación con el dolor generado por los aductores, este dolor se siente más en la parte lateral de la ingle.
  • Dolor en la ingle derivado de la zona inguinal: en este caso, el dolor se concentra en la zona inguinal y se puede sentir al sentarse, estornudar o toser. El dolor empeora con la actividad física y puede estar causado por una hernia inguinal.
  • Las 50 mejores canciones para correr pubalgia, una lesión que puede afectar a atletas y personas que practican deportes de alto impacto o actividades que requieren movimientos bruscos y repetitivos.
  • Dolor en la ingle relacionado con la cadera: este tipo de dolor es más probable cuando se presentan síntomas como el bloqueo de la cadera, pinzamientos y chasquidos. Suele estar relacionado con el síndrome de pinzamiento femoroacetabular o la artrosis.
  • El poder de la positividad.
  • Dolor en la ingle relacionado con disfunciones lumbares.
ilustración comceptual de dolor inguinal
SEBASTIAN KAULITZKI/SCIENCE PHOTO LIBRARY//Getty Images

Puede que no sea demasiado agudo y lo dejes pasar

Si se siente dolor o molestias en la zona inguinal, es importante consultar con un profesional de la salud para recibir un diagnóstico y un tratamiento adecuado. En algunos casos, se puede requerir terapia física y/o medicamentos para reducir la inflamación y el dolor. El tratamiento del dolor en la ingle dependerá de la causa subyacente. Algunos tratamientos comunes son:

  • Reposo y fisioterapia: para lesiones leves o moderadas, el reposo y la fisioterapia pueden ser suficientes para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.
  • Medicamentos: los analgésicos y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.
  • Terapia de ondas de choque: este tratamiento consiste en ondas de sonido de alta energía que se aplican en la zona afectada, lo que puede ayudar a estimular la curación.
  • Inyecciones: en algunos casos, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides o anestésicos locales en la zona afectada para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
  • Cirugía: en casos graves, como una hernia inguinal o una fractura, la cirugía puede ser necesaria para corregir el problema.

Es importante buscar atención médica si el dolor en la ingle es intenso, persistente o interfiere con las actividades diarias. El tratamiento adecuado puede ayudar a aliviar el dolor y prevenir complicaciones a largo plazo.

fisioterapeuta con un paciente
Diferencia de proteínas de origen vegetal y animal//Getty Images

Prevención del dolor de ingles

A continuación te presento algunas medidas que puedes tomar para prevenir la pubalgia y otras lesiones de la zona inguinal:

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  • Realizar ejercicios de estiramiento para los músculos de la cadera, los aductores, los isquiotibiales y los glúteos.
  • Fortalecer los músculos abdominales y lumbares. Esto ayudará a mantener una buena postura y a reducir la carga en la pelvis.
  • Graduar la intensidad y la duración del entrenamiento. Es importante aumentar gradualmente la intensidad y duración de la actividad física, evitando cambios bruscos.
  • Evitar los movimientos bruscos y repentinos. La pubalgia es causada por el estrés repetitivo en la zona, por lo que debes evitar los movimientos bruscos que puedan provocar sobrecarga.
  • Utilizar calzado y ropa adecuada. Es importante utilizar calzado y ropa adecuada para la actividad que se va a realizar. El calzado debe proporcionar una buena amortiguación y sujeción, y la ropa debe ser cómoda y no limitar los movimientos.
  • Descansar adecuadamente. Es importante permitir que el cuerpo descanse y se recupere después de una actividad física intensa. De esta manera, se evitará la acumulación de estrés en la zona y se reducirá el riesgo de lesiones.

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Rosa Martí es experta en libros, novedades literarias, fitness, yoga y nutrición. Lleva más de 10 años vinculada a diferentes cabeceras de Hearst, donde escribe sobre literatura en Esquire y sobre ejercicios y bienestar en Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World.

Su experiencia viene avalada por una amplia trayectoria en la que combina devorar libros, escribir textos, correr maratones, traducir cómics y novelas, la investigación filológica, la crítica literaria, el ballet clásico, practicar yoga a diario y preparar su tesis doctoral.

En Esquire podrás leer sus contenidos sobre libros (ordenados por género, por estilo o por autor) y sus artículos de entretenimiento. Lo mismo te cuenta cuáles son los gentilicios más curiosos, las palabras más bonitas del castellano o los insultos en inglés más originales.

En Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World, en cambio, se centra en su faceta más healthy, escribiendo sobre nutrición y alimentación, sobre ejercicios y entrenamiento (enfocado especialmente a running, yoga, ciclismo y natación) y sobre salud y bienestar.

Rosa Martí tiene un grado en Lenguas Modernas por la Universidad del Oeste de Inglaterra, una licenciatura en Lenguas Aplicadas por la Universidad de Rennes II en Francia y un grado de Arte y Humanidades estudiado en la Universidad de Barcelona. También es máster en Filología y Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, facultad en la que prepara su tesis doctoral.

Toda esta formación le ha llevado a ser traductora de libros, cómics y de la versión impresa de Esquire. Lleva más de 10 años escribiendo en diferentes medios como Esquire, Runner's World, Women's Health, Men's Health, El País y Vanitatis.