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Detrás de un corredor hay siempre una gran historia; muchos que hoy no bajan de los 20 o 100 km semanales, antes no corrían ni para coger el autobús. Todos La ruta en Murcia con fuentes y leyendas, a veces no fue de forma demasiado consciente. En mi caso, yo era una fanática del fitness que empezó a correr cuando estaba de viaje y no podía ir al gimnasio, a esas clases de aeróbic y step que hace 20 años me volvían loca. Me habitué así a llevar siempre zapatillas en la maleta y calzármelas para trotar un poco cuando estaba fuera de Barcelona. En parques de ciudades extrañas descubrí un deporte –y de paso unos parajes– que me ha dado muchísimas alegrías, que puedo practicar en cualquier parte y que me mantiene en forma y en mi peso. Hablo con mis amigos runners, con gente de mi asociación de corredores, los correcats, con monitores de mi club y compañeros de redacción que también corren. Les paso un pequeño cuestionario y les pido que por favor lo muevan. Llegan decenas de respuestas; algunas historias son divertidas, otras muy tiernas, las hay emotivas y también las de quien tuvo muy claro desde el principio que había nacido para correr. Superar enfermedades y bajar de peso son dos de las causas principales para iniciarse en el running, pero también se corre por amor, por acompañar a la persona querida en una carrera, o por desamor, correr para desahogarse tras un desengaño amoroso. Por la ilusión de correr en lugares nuevos o con gente afín. Por superación personal y lucha, y por el placer de hacer millas porque sí. Todo eso nos movió a aquella primera zancada. Historias que nos demuestran que el running es mucho más que una actividad deportiva…
Correr contra todo pronóstico
Mar sufre una cardiopatía congénita y su cardióloga de la infancia le recomendaba no hacer ejercicio... En el colegio apenas se esforzaba porque se cansaba mucho y en el instituto estuvo exenta de Educación Física. A los 24 años le operaron por segunda vez del corazón y a los 26 años empezó a correr. "Empecé a correr en el 2009, con 26 años. Por aquel entonces yo salía con un chico que corría y le gustaba el deporte. Yo empecé a acompañarle algún día a correr, luego me apunté a una carrera popular... Y me enganchó tanto esa adrenalina, esa sensación que se siente después del esfuerzo que ya desde entonces no he dejado de correr. Sentir que puedo aguantar varios minutos seguidos haciendo ejercicio me hace sentir VIVA. Es un chute de energía. Además, por el momento las revisiones cardiológicas van muy bien y ya llevo once años practicando este deporte", y añade: "No soy para nada rápida ni corro con estilo. Mis pequeños éxitos son poder acabar las carreras. Mi mayor logro ha sido poder aguantar carreras de 10k sin parar, aunque fuera a ritmo de más de 6 minutos por kilómetro. No es un tiempazo, pero para mí, chica con cardiopatía, lo considero toda una hazaña".
Un caso similar es el de Judith Pla, a quien siempre le había gustado correr, pero a la que tuvieron que operar de la rodilla tres veces durante la adolescencia y le recomendaron que se calzara las zapatillas solo para caminar. "Un día de 2010 me dije basta, corrí 20 metros, al siguiente un poco más. A los siete meses hice mi primera carrera de 6 km. En 2014, en un mismo año natural, hice todas las distancias, la milla, 5k, 10k, media maratón, maratón y 100k". Correr dio un giro total a su vida, su rodilla mejoró y se le abrió un mundo en el que hizo nuevas amistades, y donde conoció a su pareja actual, también corredor. Cristina sufrió una encefalitis a los nueve años que le paralizó medio cuerpo. Empezó a correr para fortalecerlo, y ahora es un deporte que practica con su marido.
Calendario media maratón España 2023 los runners recordamos cómo empezamos también empezaron por recomendación de su oncóloga la doctora Dra. Lucía González Cortijo. Esther Funes confiesa que le ha cambiado la vida totalmente: "¡Me ha cambiado el humor, el estado físico y anímico! Tanto, que he conseguido quitarme el antidepresivo que tomaba desde hacía cuatro años. Me ha dado libertad, fortaleza, seguridad.. pero lo mejor… ¡una gran familia runner de color de rosa!".
Para sanar el cuerpo y el alma
Si bien algunos como Judith encuentran el amor a golpe de zapatilla, otros se inician en el running por amor, aunque, a veces, la afición dura más que el romance. Nature70 empezó a correr hace 6 años y lo hizo por amor.. Nunca había corrido y su pareja insistió. En tres años hizo dos maratones… "suficiente como para darme cuenta de que mi relación sentimental no era sana. Acabé la relación y me inicié en el trailrunning. Me encanta".
Carlos empezó a correr cuando salió de una relación, hace casi 20 años, su novia de toda la vida lo dejó de pronto, inesperadamente. "Se me echaba la casa encima y decidí probar a agotarme corriendo, para olvidarme de mi dolor y dormir del tirón". Solo buscaba rellenar horas muertas y el running le dio mucho más. Ahora, con dos maratones a sus espaldas, cree que si algo lo sacó del hoyo, fue la constancia, la disciplina, y el subidón de endorfinas. "No te dejes abatir por la tristeza, ¡échate a la calle y corre!", es su receta ante la adversidad.
La clave: pasarlo bien y ser constante
Luego están para los que el running fue un flechazo, como es el caso de Daniel, que empezó a correr con 18 años. Se apuntó con los amigos al gimnasio... y se aburría muchísimo. Lo que mejor llevaba era correr en la cinta (aunque odiaba ver solo una pared blanca). "Cuando nos apuntamos ese año a la Cursa del Corte Inglés descubrí lo bonito que es correr en exteriores ¡y unir puntos de la tierra a golpe de zapatilla!", explica. Daniel no ha perdido la alegría de correr que sintió hace 13 años, "Correr me ha aportado confianza, resiliencia, buenos amigos y pérdida de miedo al fracaso; ¡un chollo! La clave: pasarlo bien y ser constante".
Correr cuando se puede
Hay casos como el de Oriol, que empezó a correr a los 35 años, cuando nacieron sus hijos (mellizos) y pensó que correr era la única forma de hacer deporte, aprovechaba cuando podía, se calzaba las zapatillas y salía a trotar unos kilómetros. Nunca pensó que sería maratoniano, solo era una manera de mantenerse en forma que luego se convirtió en un hábito establecido. Su vida es mejor desde que corre: "Estoy en mejor forma física, me ayuda psicológicamente a reducir el estrés y me permite conectar mejor con el terreno allí donde voy". Lo de conectar con el terreno es importante, y los que amamos el trail, sabemos que no hay mejor subidón que el que te da corriendo por la montaña, que te hace sentirte bien y en armonía con la naturaleza. A Alberto le pasó un poco como a Oriol, él en realidad nadaba, pero en 2011, cuando nació su primer hijo se dio cuenta de que para correr se necesitaba menos tiempo que para ir a la piscina. Ya ha completado nueve maratones, y está deseando llegar al décimo, en cuanto la situación sanitaria lo permita. Correr le ha dado muchas cosas, no solo físicas, sino también fuerza mental, le ha enseñado a saber esperar, no a anticiparse, a no "correr" más de la cuenta. Ha aprendido lo que es la constancia y el sacrificio y los frutos que da. Xavi no empezó a correr por sus hijos, sino porque era el único deporte que podía hacer tres veces por semana a la hora de comer. ¡Y al principio lo odiaba! Pero luego ese odio se transformó en amor.
Solo se necesita un par de buenas zapatillas
Romana era atleta de joven, pero luego tuvo un accidente de moto y lo dejó. A los 40 años se quedó en paro y para recortar gastos se dio de baja del gimnasio y empezó a correr. Y no ha parado desde entonces, hace ya unos cuantos años. Marta tiene 24 años y lleva corriendo desde los 18, es para ella un complemento perfecto para otras actividades físicas, que puedes hacer en cualquier parte con un par de buenas zapatillas. "Empecé a correr por sus beneficios a nivel físico, pero en seguida me di cuenta de que es una gran ayuda a nivel psicológico ya que elimina el estrés y despeja la mente", comenta Marta.
Esto es lo que sucede cuando no puedes correr
Son legión los que empiezan a correr para bajar de peso, como Javier: "Estaba haciendo un régimen de adelgazamiento muy estricto que incluía caminar una hora después de comer y otra media después de cenar. De puro aburrimiento, empecé a correr... y hasta ahora", cuenta con dos maratones en su haber. O Barceruel, que se inició en el running en 2008 porque estaba a casi 300 de colesterol, y que hoy, con 12 kilos menos, ha llegado a bajar de las tres horas en la maratón y hasta ha corrido la de Boston. Correr ha transformado su vida, confiesa, "Actualmente mi vida gira entorno al mundo del atletismo/running/correr. Me ha afectado positivamente en mis hábitos, en mis actividades sociales, me ha ayudado en mi desarrollo profesional, ¡e incluso mi actual pareja la he conocido corriendo!". Ay, el amor, de nuevo, es la tercera vez que lo menciono , y es que ¡cuántas parejas se habrán forjado reventando zapatillas, zancada a zancada!
Un poco de todo
Josep G. Quintana comenzó a correr cuando, ya casi a los 40, aparecieron problemas de espalda, colesterol, una barriga que empezaba a sobresalir... "Me pareció que correr sería una buena práctica para mantener cierta calidad de vida. Pero no fue así, la mejoró considerablemente". La decisión fue casi por eliminación, lo indoor no le atraía, la natación depende de un horario y una instalación, a diferencia del running que puedes practicarlo en cualquier lugar y a cualquier hora. "Por entonces tenía que viajar mucho, así que los primeros años correr me permitió entrenar regularmente y, si estaba de viaje, podía hacerlo a las 6.00 h en Berlín o a las 22.30 h en Dubai. Es un hábito que ya no he abandonado nunca: correr a través de ciudades nuevas (por trabajo o por vacaciones), viéndolas desde una nueva perspectiva". Y continúa, "Correr me ha ayudado física y emocionalmente, pero también en el campo laboral, familiar… He aprendido a abordar un proyecto de empresa o un cambio de domicilio como si fuera una carrera de fondo que se prepara durante semanas, con series, tiradas largas, recuperaciones. He aprendido a ver el todo como la suma de las partes. Casi todo proyecto, reto, problema... se compone de fases: solo planificando cómo enfrentarte a ellas consigues el resultado esperado. Nada es gratuito, correr te enseña cómo el esfuerzo, la perseverancia y la motivación traen consigo la recompensa. Antes de empezar a correr no entendía así la vida". A veces las causas que nos han llevado al running son casi poéticas. Álex empezó el año pasado a prepararse para competir en una carrera nocturna muy bonita que se hace cada septiembre en el Pardo, El ejercicio que pone las piernas como rocas. Yo iba a participar con él, no será este año, sino el próximo, por la crisis sanitaria, pero lo haremos, porque creo que a Álex ya le ha picado el gusanillo del trail running.
Porque no podía ser de otra forma
Mario cuenta: "He corrido toda la vida, con más o menos asiduidad, según la época. Empecé en el año 1968 en el colegio, como una actividad extraescolar y en el año 1970 creo recordar ya corrí la Jean Bouin en categorías inferiores. Incluso salió una fotografía mía en el Mundo Deportivo y en la revista oficial de la Jean Bouin, que guardo con mucho cariño. Luego lo dejé un poco de lado, me casé y solía salir días esporádicos a entrenar pero sin competir, hasta hace unos 15 años que volví a entrenar con bastante asiduidad y conocí Corredors.cat. Desde entonces todo ha pasado por mis piernas: maratones, ultras de montaña, marchas de resistencia, innumerables medias e incontables diezmiles, etc.". O Jordi, que empezó ya en EGB. "Después de jugar a baloncesto y hacer Taekwondo descubrí que lo que de verdad me gustaba era correr. Corría 400 metros lisos y 400 metros vallas y con la edad he ido alargando esa distancia hasta el ultrafondo". Y desde luego, en el caso de Jordi no podría ser de otra forma y llegó a los campeonatos de España. "No sabría vivir sin correr. En asfalto, por montaña, con amigos, solo,... de cualquier manera, ¡¡pero CORRER!!", concluye. Ahí estamos todos de acuerdo… ¡A correr!
Rosa Martí es experta en libros, novedades literarias, fitness, yoga y nutrición. Lleva más de 10 años vinculada a diferentes cabeceras de Hearst, donde escribe sobre literatura en Esquire y sobre ejercicios y bienestar en Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World.
Su experiencia viene avalada por una amplia trayectoria en la que combina devorar libros, escribir textos, correr maratones, traducir cómics y novelas, la investigación filológica, la crítica literaria, el ballet clásico, practicar yoga a diario y preparar su tesis doctoral.
En Esquire podrás leer sus contenidos sobre libros (ordenados por género, por estilo o por autor) y sus artículos de entretenimiento. Lo mismo te cuenta cuáles son los gentilicios más curiosos, las palabras más bonitas del castellano o los insultos en inglés más originales.
En Men’s Health, Women’s Health y Runner’s World, en cambio, se centra en su faceta más healthy, escribiendo sobre nutrición y alimentación, sobre ejercicios y entrenamiento (enfocado especialmente a running, yoga, ciclismo y natación) y sobre salud y bienestar.
Rosa Martí tiene un grado en Lenguas Modernas por la Universidad del Oeste de Inglaterra, una licenciatura en Lenguas Aplicadas por la Universidad de Rennes II en Francia y un grado de Arte y Humanidades estudiado en la Universidad de Barcelona. También es máster en Filología y Literatura por la Universidad Autónoma de Barcelona, facultad en la que prepara su tesis doctoral.
Toda esta formación le ha llevado a ser traductora de libros, cómics y de la versión impresa de Esquire. Lleva más de 10 años escribiendo en diferentes medios como Esquire, Runner's World, Women's Health, Men's Health, El País y Vanitatis.