"¿Debería correr?". Como atleta que llevo corriendo toda la vida, me he topado con esta pregunta unas cuantas de veces a lo largo de este camino. Quizá tú también. He sufrido todo tipo de contratiempos, desde fisuras en los metatarsos y lesiones musculares hasta intoxicaciones alimentarias, neumonías, resfriados y muertes en mi familia. Sé que no son las únicas, pero todas son causas válidas para hacerte bajar el rendimiento como atleta y de la vida. El problema es que no bajamos ese ritmo, al menos no en la élite. Nunca me lo había cuestionado, hasta hace poco.

¿Quién traza las líneas?

La cultura del deporte, incluida la del atletismo, está marcada por el espíritu de superación y de "hacer todo por el equipo", incluso en deportes individuales como el correr. Pero, ¿hasta dónde llega esa obligación? ¿Y de dónde viene? Estamos acostumbrados a anular la autopreservación en los esfuerzos por ganar, pero ¿no hay líneas rojas? ¿Cuándo el desafío se convierte en daño, y por qué tratamos de negar esos límites tan a menudo?

Mi reacción instintiva a esos momentos siempre fue la de aguantar muchas cosas; eso es lo que sería mejor para todos los que rodean la situación, eso es lo que se respetaría, y eso es lo que hacían los héroes del deporte a los que yo admiraba. En parte, es de lo que están hechas las leyendas. Todavía rendimos homenaje al calcetín ensangrentado de Curt Schilling, a la pierna rota de Kerri Strug y al 'Flu Game' de Michael Jordan. Veo cómo hemos interiorizado esos mensajes y volvemos a contar esas historias con asombro.

En cierto modo, me pagan por correr desde los 18 años, así que siempre fui consciente de que además de ser una pasión es una obligación. Correr por cualquier cosa siempre me pareció lo correcto. Pero, ¿lo era realmente? Mirando hacia atrás, con la perspectiva de la edad y la experiencia, y de los debates que han surgido recientemente, hubo momentos en los que estaba claro que no tendría que haber corrido.

No sé si otros atletas compartirán este razonamiento subyacente, pero yo actuaba con la idea de que no basta con presentarse cuando se está sano. Durante mucho tiempo, la idea de mantener los límites en torno a la salud mental o física los percibía como una actitud egoísta o perezosa. Pensaba que estaba obligada a correr en casi cualquier escenario y en los días más importantes, fuera por los comentarios de entrenadores o por tomarme las películas deportivas demasiado en serio

La cultura está cambiando

Calendario Maratones 2024 Los mejores libros sobre running, reconociendo la necesidad de proteger su salud mental y su talento único. No creo que sea una coincidencia que mujeres se enfrenten a la resistencia, porque esta idea de hacer lo que todo el mundo quiere que hagas sin pensar en la autopreservación es la norma para muchas de ellas en multitud de sociedades.

Hace poco vi este tuit de la fundadora de Goals Sports, Caroline Fitzgerald, que decía: "Simone Biles y Naomi Osaka han enseñado a las mujeres que establecer límites es una parte esencial para tener éxito y ese impacto se sentirá durante generaciones".

Es importante abrir el tema de la salud mental con esto, pero también los límites. Desde la cima, estos atletas están dando permiso para que otros tomen mejores decisiones. Por ejemplo, la El reto de estos 8 corredores: 1.400 km en 6 días que habló recientemente de su decisión de operarse de los isquiotibiales en lugar de seguir con las terapias de ultrasonido que le ayudan a reducir el dolor muscular crónico. Ahora corre y lo hace sin ningún tipo de molestias.

"¿La nueva carrera contra el cáncer de Barcelona?"

El deporte te proporciona retos tolerables con los que podemos crecer y que potencian a la persona que compite, que es lo bueno del deporte, pero hay una fina línea que cuando se sobrepasa se convierte en un desempoderamiento. Estamos empezando a ver a los deportistas hablar de eso, y están planteando algunos puntos interesantes sobre la cultura del deporte para que lo normalizamos.

¿Cuánto le debes a tu equipo o a los aficionados? ¿Para competir ahora es necesario lesionarse? ¿Por qué se aplaude correr esos riesgos? ¿En qué condiciones se permite dar un paso atrás? Claro que el saludable escozor de unas series en cuestas o el dolor de una carrera larga es bueno y productivo, pero ¿Calendario Maratones 2024?

Sólo somos humanos

Creo que a veces confundimos el egoísmo con cuidarnos a nosotros mismos. Los mejores compañeros de equipo se esfuerzan por el beneficio común, por supuesto, pero también se aseguran de mostrarse primero como su yo más sano, productivo y fiable. Apreciamos y nos inspiramos en los compañeros de equipo que se esfuerzan por superar algo difícil, pero van a surgir momentos en los que hay que dar un paso atrás para reparar algo que puede surgir. Somos personas, y a veces se rompen partes de nosotros.

Como cualquiera, odiaría ver cómo la inspiradora sinergia que se produce en los equipos que se dedican a trabajar bien juntos se desvanece por culpa del individualismo, pero esto no es así. Hay una línea en la que se puede pedir demasiado a uno mismo. Al igual que el ritmo en una carrera sin línea de meta, un atleta sin límites puede debilitarse no solo por detenerse antes de sufrir molestias o agotarse.

Recuerdo momentos en los que no debería haber corrido. Durante la temporada de campo a través, en mi tercer año de universidad, estaba en plena forma y me entusiasmaba intentar superar nuestro anterior podio en la NCAA y alcanzarlo también a nivel individual. Pero sufrí mi primera gran lesión a menos de tres semanas antes de la cita. Estaba desolada y en estado de negación, mirando mi pie roto mientras se hinchaba lentamente hasta hacerse una masa esférica con cinco dedos flacos que sobresalían, parecía un globo de agua hecho con guantes de látex. No se trataba de una De sufrir leucemia a correr un maratón en un año, sino de una fractura metatarsiana totalmente desplazada, que me llevó a estar en vela por las noches con un dolor punzante durante la siguiente semana y media.

Sabía que estaba en plena forma para ayudar al equipo a ganar puntos, así que rogué que me dejaran correr de todos modos. Es lo mejor para el equipo, pensé, apelando ala épica del héroe deportivo. Era un nuevo tipo de desafío, razoné, reformulando ingenuamente y minimizando la lesión. Diecisiete días más tarde estaba corriendo en la NCAA. Me vendé el pie, terminé en el puesto 41º, nuestro equipo quedó cuarto y tuve que volver a empezar el proceso de curación desde el principio.

Mirando hacia atrás, no debería haber corrido. Incluso repetí toda esta situación unos meses más tarde en el campeonato de pista cubierta de la Big East. Todo lo que creí que demostraba, fue superado por la cascada de desequilibrios que surgieron en mi pie, ahora torcido pero curado. Tengo la suerte de haber recuperado mi forma de hace unos años más tarde y sin problemas. Creo que muchos de nosotros podemos recordar algo así.

Cuando miro atrás, ya no me siento orgullosa de estas decisione. Es cierto aunque antes aconsejaba cosas como: "¡Mira, todo es posible!" decía, reformulando lo que en retrospectiva era algo traicionero para mi salud y mi futuro en el deporte a cambio de un nivel de obligación desequilibrado con mi equipo. Les habría servido más corriendo completamente sana la próxima vez, aunque me costara estar dos o tres meses parada.

Gracias, entrenador

Por otro lado, tengo un nuevo aprecio por todas las veces que me dijeron: "para". Recuerdo que me intoxiqué en el Prefontaine Classic de 2014. La mañana de la carrera, no podía estar de pie más de 15 minutos sin marearme y tener que sentarme, pero quería empezar los 5.000 metros de todos modos. Tampoco quería renunciar al dinero de participar en la Liga de Diamante, ya que no tuve demasiadas oportunidades.

Mi entrenador no quiso saber nada de mis tonterías. Dijo que no. Puso el límite por mí, lo que agradezco, aunque me enfadara en ese momento. (No sé si su "no" se debió a la preocupación por mi salud o simplemente a que se dio cuenta de mi total ilusión de que todo saldría bien, pero el efecto protector fue el mismo).

Propiedades de las patatas 'Las 50 mejores canciones para corrern' (en español: "sin dolor, no hay ganancia") y de "todo por el equipo" se ha malinterpretado tanto en el deporte, pero creo que está cambiando. Creo que los atletas tienen ahora un punto de vista diferente y, a pesar de la resistencia de algunos, otros lo están asumiendo como una nueva visión. Definitivamente ha cambiado mi forma de pensar sobre las decisiones que he tomado en mi carrera deportiva, al igual que las palabras que le diría a otra persona que me pidiera consejo.

Espero que cada vez nos interesemos más por los talentos, los puntos fuertes y las herramientas saludables que se pueden aportar, en lugar de lo que estás dispuesto a perder. Creo que estamos empezando a ver cómo admitir que esas fortalezas y habilidades no son indestructibles. Estamos empezando a darnos cuenta de que, al admitir cuáles son y dónde estas nuestros límites en el deporte, a cualquier nivel, es más inteligente y más sano.

preview for #ChemaDigame: ¿Cómo afrontar mentalmente una lesión?
Headshot of Molly Huddle
Molly Huddle
Escritor colaborador
Molly Huddle ha sido dos veces olímpica y tiene el récord estadounidense de 10.000 metros. Quedó cuarta en la Maratón de la Ciudad de Nueva York de 2018 con una marca personal de 2:26:44.